La ONU ignora las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela

Internacionales

Durante mucho tiempo, la ONU ha sido criticada por ignorar la defensa de los derechos humanos, el cual es uno de sus principios fundamentales. Esto ha permitido el crecimiento de dictaduras en diferentes partes del mundo, lo que contradice, en gran medida, la razón de ser de esta organización.

En una nota de infobae.com, encontramos un excelente artículo de Arturo McFields Yescas en el cual, quien fuera embajador de Nicaragua en la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega, hace un sucinto análisis del comportamiento de la ONU ante estas realidades.

McFields Yescas trae a colación el hecho de que la dictadura instaurada por Daniel Ortega desde hace 15 años, ha prosperado sin apenas resistencia internacional. Esto, a pesar de que este exguerrillero sandinista ha sido responsabilizado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, por la muerte de 355 nicaragüenses. Entre los muertos se cuentan 27 niños.

Este crimen, injustificable desde cualquier punto de vista, se complementa con la existencia de más de 200 presos políticos y una brutal política contra la Iglesia Católica, una de sus más férreas críticas. Tal enfrentamiento ha desembocado en casi una decena de sacerdotes detenidos de manera ilegal.

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La situación en la que se encuentra el pueblo de Nicaragua bajo la bota de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, a quién colocó como vicepresidenta, no dista mucho del suplicio en el que viven los pueblos de Venezuela y de Cuba.

En el artículo, McFields Yescas expresa que «Por otro lado, Cuba y Venezuela han sido señalados por Estados Unidos como países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo. La organización Prisioners Defenders denunció que en la isla existen más de 1,250 presos políticos que incluyen hombres, mujeres, niños y niñas menores de edad. Cabe destacar que Amnistía Internacional ha señalado las serias violaciones a la libertad de expresión, así como la persecución, hostigamiento y vigilancia a defensores de derechos humanos y periodistas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció que el uso de internet en la isla es censurado y limitado para generar apagones informativos forzados».

En el caso de la dictadura en Venezuela, el exembajador enfatizó: «Por su parte, en Venezuela existen al menos 250 presos políticos secuestrados por el régimen de Nicolás Maduro, mientras la libertad de expresión sigue siendo víctima de ataques cotidianos como la eliminación de licencias de medios de comunicación, confiscación de equipos y adjudicación de propiedad privada».

Sobre este punto, hay que destacar que desde Miraflores, el dictador socialista ordenó silenciar las voces disidentes, lo que se ha traducido en cierres de medios de comunicación, bloqueos por internet, y presión en contra de los proveedores de televisión por cable.

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Entre las apreciaciones de McFields Yesca, destaca que «Si bien es cierto que el cambio climático, la crisis alimentaria y la educación son temas apremiantes, no debemos olvidar que la Carta de las Naciones Unidas, firmada en junio de 1945, establece en sus primeras líneas la importancia de “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”».

Basado en ello, el autor de la nota pide a la 77ª Sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas dejar de minimizar las atrocidades cometidas en estos países con régimen dictatorial: las muertes de civiles inocentes -incluyendo niños-, las desapariciones forzosas, la migración forzada, la prisión por motivo político o las torturas.

Considera que se tratan de situaciones que deben alertar a todas las naciones del planeta. Y esto sólo podrá ser analizado desde la perspectiva correcta si son discutidos en la Asamblea General de Naciones Unidos, y no en los pocos relevantes eventos paralelos.

¿Habrá quien escuche de lo que se esperaba fuera una digna sucesora de la Sociedad de Naciones? Millones de oprimidos en el mundo sueñan con que así sea.

Redacción: Juan Pablo Peñaloza

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