Ya no es 1 millón, sino 5 millones las hectáreas que la dictadura ofrece a los extranjeros

Nacionales

Luego de que se dijera que no era cierto lo del millón de hectáreas que la dictadura chavista ofreció a Irán, ahora resulta que no se trata de 1 millón de hectáreas las que el régimen socialista quiere compartir con gobiernos extranjeros, sino que son 8 millones de hectáreas. ¿Tratarán ahora de desmentirlo?

Wilmar Castro Soteldo es el actual ministro de Agricultura del régimen chavista y es un ejemplo de un funcionario del régimen. A la par que le ha hecho la guerra a los productores del agro venezolanos, le está ofreciendo a extranjeros millones y millones de hectáreas venezolanas. Una acción tan repudiable como inmoral.

Hace algún tiempo se denunció que Miraflores le ofreció a Teherán 1 millón de hectáreas cultivables, información confirmada por el propio ministro para Asuntos Económicos de ese país, Mohsen Kushki Tabar. Sin embargo, el alboroto provocado por esta información hizo que los iraníes echaran para atrás la afirmación de su ministro como una manera de sacarle la pata del barro al dictador mitómano.

En un intento por remendar el capote, los iraníes afirmaron que «Venezuela es uno de los mejores países para la agricultura, lo que puede atraer muchos inversionistas, pero no ha habido negociación o acuerdo» en cuanto «la entrega de un millón de hectáreas de tierra. Hay que detener falsas propagandas al respecto». Recordemos que ni el régimen iraní ni el régimen chavista son conocidos por decir la verdad.

También le podría interesar leer: «En las alcabalas se sigue extorsionando a los productores»

El asunto es que ahora es evidente que la oferta hecha a los iraníes era cierta, ya que Castro Soteldo aseguró que «Estamos poniendo a disposición de cinco a siete millones de hectáreas que tiene nuestro país por desarrollar para llegar a 30 millones de hectáreas cultivables» las cuales «pondríamos a disposición de empresarios y productores (extranjeros) para producir acá».

Esta afirmación desdice por completo la hipócrita narrativa socialista sobre «soberanía nacional» y apunta a una violación de la propia Carta Magna venezolana que establece que el territorio de Venezuela no será dado en concesión, venta o arriendo a ningún ente extranjero. Algo que Castro Soteldo o no leyó o poco le importa.

De hecho su patrón, el propio dictador, invitó «… a todos los inversionistas de Argentina, Brasil y Uruguay, y ahora Colombia, que vengan a trabajar la tierra de Venezuela, que vengan a hacer buenos acuerdos». Dicho anunció tiene dos elementos preocupantes. Por un lado, compromete la soberanía nacional al entregar territorio a extranjeros, y por otro, le da prioridad al capital extranjero por encima del nacional.

Ahora bien, mientras el dictador y sus hordas buscan a quién venderle el país, sectores como Fedeagro han solicitado al régimen mayores estímulos para incrementar la producción. Recordemos que el sector productivo de Venezuela carece de un suministro confiable de combustible, adolecen de un sistema vial destruido y no cuentan ni con créditos ni con insumos. Todo esto, al parecer, se está reservando para los extranjeros que acepten la oferta del indocumentado de Miraflores.

También le podría interesar leer: «El régimen explota a los productores agrícolas con tributos en dólares»

La respuesta a esta solicitud por parte de estos funcionarios de mente estrecha fueron acciones punitivas contra los productores. Por ejemplo, algunos productores denunciaron que Castro Soteldo «mandó a revisar la documentación de la maquinaria en las fincas y esto ha dado lugar a que funcionario del Cicpc traten a los agricultores como malandros, generando un nuevo método de extorsión, aprovechando a organismos como Fondas, donde hubo cobijo a muchos corruptos».

La incompetencia e ineptitud de Castro Soteldo quien ha actuado más como un comisario del partido que como un ministro de Agricultura, llevó a que los productores de Portuguesa exigieran su renuncia. Ilmer Castellanos, dirigente campesino en el estado, señaló que «Los pequeños y medianos productores aspiramos no volver a regalar nuestra cosecha de maíz, que prevalezca el nacionalismo para rechazar importaciones en plena cosecha, donde debe privilegiarse al productor venezolano como lo establece la Constitución».

Sobre la mediocre actuación de Castro Soteldo, Castellanos indicó que: «Si en 6 años el nivel de vida de los pequeños y medianos productores, es pobreza, más los pequeños que desaparecieron y si como gobernador, nunca pudo intervenir para que productores tuvieran precio justo por nuestras cosechas, también sin en 6 años no pudo mejorar nuestra calidad de vida, debería renunciar y darle paso a sangre nueva, que quiera salvar la agricultura y los agricultores de Portuguesa y Venezuela».

Redacción: Juan Pablo Peñaloza

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *