La profesora Becca Levy, experta en el tema, expone en su libro titulado «Breaking the Age Code» que los pensamientos sobre la vejez tienen un fuerte impacto en la longevidad y la calidad de vida.
Muchos estudios demuestran que las actitudes negativas hacia el envejecimiento incrementan el riesgo de enfermedades cardíacas, demencia y agudizan los síntomas de la menopausia, como los sofocos.
En un trabajo reciente, la Universidad Nacional de Seúl reveló que las personas que se sentían más jóvenes respecto a su edad cronológica mostraban menos signos de envejecimiento cerebral. Y en 2021, científicos de la Universidad de Colonia en Alemania demostraron una actitud positiva ante la vejez significa una mayor probabilidad de «envejecer bien».
Sin embargo, es la doctora Becca Levy, profesora de epidemiología y psicología en la facultad de Salud Pública de la Universidad de Yale, la pionera que ha profundizado en el estudio de las actitudes hacia el envejecimiento y sus efectos reales sobre nuestros cuerpos y mentes.
Según la experta: «Las creencias positivas sobre la edad son mejores que la presión arterial baja o incluso que dejar de fumar». De hecho, hace dos décadas su trabajo demostró que las personas con una visión optimista de la vejez contaban con una media de siete años y medio más en su expectativa de vida que las que tenían pensamientos negativos.
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Acotó: «En un estudio tras otro, descubrí que las personas mayores con una percepción más positiva del envejecimiento tienen un mejor rendimiento físico y cognitivo que las que tienen una percepción más negativa del envejecimiento».
En su libro, «Breaking The Age Code: How Your Beliefs About Aging Determine How Long And Well You Live», nos indica cómo cambiar las malas actitudes por otras que alarguen la vida. Asegura que si contemplamos modelos y mensajes positivos acerca del el envejecimiento durante al menos diez minutos diarios, además de mejorar la memoria, se crea un «amortiguador» que absorbe el estrés.
Sobre sus hallazgos, Levy aclaró: «En un estudio tras otro, descubrí que las personas mayores con una percepción más positiva del envejecimiento tienen un mejor rendimiento físico y cognitivo que las que tienen una percepción más negativa del envejecimiento». Agregó que «tienen más probabilidades de recuperarse de una discapacidad grave, recuerdan mejor, caminan más rápido y viven más tiempo».
Para la experta, hay evidencia científica suficiente de que una actitud negativa frente a vejez, derivada de los estereotipos y la discriminación, afecta la memoria y predispone a la demencia y los problemas cardiovasculares.
En una entrevista con The Wall Street Journal, Levy aseguró que «las personas que adoptan estas creencias positivas sobre el envejecimiento tienden a comer dietas más saludables, hacer más ejercicio y con frecuencia toman más medicamentos recetados».
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Además, las personas con creencias positivas sobre la edad tienden a tener niveles más bajos de biomarcadores de estrés, como el cortisol, y niveles más altos de bienestar y autoeficacia, lo que contribuyen a realizar cambios beneficiosos para la salud con el tiempo.
La pregunta clave es ¿cómo cambiar los estereotipos negativos por los positivos? Para la experta, muchas de las cosas que se dicen sobre los adultos mayores sólo son mitos. Por ejemplo, la idea de que olvidan todo: «Hay muchas razones diferentes para ello: la persona estaba distraída, estresada o enojada y no necesariamente el olvido se debe a un declive ni es una señal de que se ha reducido la capacidad para codificar información».
Incluso hay evidencia de que con la edad el cerebro puede hacer algunas funciones mucho mejor que antes. El manejo de un amplio vocabulario y la metacognición, o capacidad de pensar intencionalmente sobre los propios procesos de pensamiento, suelen mejorar cuanto mayor es la persona.
También la inteligencia emocional mejora en la edad adulta. Hay investigaciones que sugieren que las motivaciones personales cambian a medida que envejecemos. Se comienza a pensar más en contribuir a la sociedad. Levy sugiere implementar campañas de salud pública para que la gente reconozca el daño que los mensajes negativos sobre el envejecimiento pueden tener en la expectativa de vida.
Las personas mayores no deberían suponer que todo lo malo se debe a la edad avanzada, sino creer firmemente que hay muchas cosas que todavía pueden hacer.
Redacción: Alicia Salazar