En las alcabalas se sigue extorsionando a los productores

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Según Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), las alcabalas en lugar de ser un dispositivo de seguridad se han convertido en un problema muy grave, a pesar de las reuniones que han sostenido con el Ministerio de Relaciones Interiores.

El delito conocido como «matraqueo» es el método que emplean los policías y otras fuerzas del orden para obtener más ingresos debido a los bajos salarios que perciben, y son los productores agropecuarios, empresarios y ciudadanos en general quienes sufren las consecuencias del alto índice de impunidad (por no decir absoluto consentimiento) de este tipo de hechos.

La situación está adquiriendo dimensiones absurdas. Para muestra, un video difundido el pasado 31 de marzo a través de las redes sociales exhibía a un funcionario de la GNB tirando y pateando una carga de frutas en el piso luego de que el dueño de la carga se negara a regalar sus productos.

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Armando Chacín denunció: «No es un secreto, los venezolanos sabemos que las alcabalas son una de las cosas más difíciles de superar cuando tienes algo que pasar por allí, que pueda ser del sector primario, o inclusive cuando vas en una unidad de autobús (…), es difícil la cantidad de veces que te revisan».

El representante de Fedenaga destacó que, a pesar de la proliferación de alcabalas en las carreteras, los robos y atracos no han disminuido; además, precisó que «con el Ministerio de Relaciones Interiores hemos ido sosteniendo reuniones, hemos hecho algunas denuncias y por supuesto nos han dado la posibilidad de que no se sigan arremetiendo contra los productores agropecuarios, cuando llevan su mercancía».

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Advierte que siempre están pendientes de que el productor agropecuario lleve su guía a la mano, «que vaya legal», para que no tenga problemas ni se exponga a ser extorsionado en esos mal llamados dispositivos de seguridad: «Entendemos de la necesidad de los funcionarios públicos, pero lamentablemente no podemos pasar por 16, 18 alcabalas (en distancias más largas el número se puede duplicar) y dejar la mitad de lo que llevamos los productores en nuestras camionetas o camiones, porque lamentablemente paga el consumidor y paga el productor agropecuario».

Por otra parte, las «requisas» pueden provocar la pérdida de grandes cantidades de mercancía. Las autoridades suelen retener por largas horas a los choferes causando que, debido a la exposición al sol, las frutas, hortalizas y verduras se deterioren.

Por último, el presidente de Fedenaga resaltó que, en relación con el combustible, algunos estados han presentado cierta mejoría en cuanto al suministro de gasolina y diésel. No obstante, en las zonas rurales todavía persiste el desabastecimiento de combustible.

Redacción: Sebastián Yáñez

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