La carencia de este tipo de medicamentos afecta a 2.581 personas en el país que tienen un trasplante y dependen de los inmunosupresores para sobrevivir.
La ONG «Amigos Trasplantados de Venezuela», ATV, denunció que prednisona, micofelonato (mofetil de 500 mg y sódico de 360 mg), tracolimus, aziatropina y ciclosporina son los medicamentos que escasean en mayor medida, según los reportes recibidos por la organización de parte de los mismos pacientes desde hace tres meses.
La carencia se debe, principalmente, a los retrasos del Instituto Nacional de los Seguros Sociales (IVSS) en el surtido de las farmacias de alto costo: «Esta situación, como la hemos advertido en el pasado, afecta la calidad del injerto y la sobrevivencia de las personas que han recibido una segunda oportunidad de vida».
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Por ejemplo, la paciente Fanny Becerra señaló que en el IVSS de Los Teques no entregan prednisona desde hace dos años y tienen varios meses sin entregar micofelonato mofetil, lo que ha llevado a los pacientes trasplantados a reducir o modificar sus dosis.
Los inmunosupresores, o medicamentos anti rechazo, son sustancias químicas usadas para inhibir la respuesta del sistema inmunológico humano contra el órgano o tejido trasplantado y evitar que lo dañe. ATV denunció que los 11 estados del país que reportan mayor escasez de estos fármacos son: Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Federal, Falcón, Lara, Miranda, Nueva Esparta, Portuguesa, Táchira y Zulia.
En Venezuela hay 2.581 personas que tienen un trasplante y dependen de estos medicamentos. Por esta razón, la ONG exhortó a la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez Viña, a reactivar con urgencia la entrega de inmunospresores, «sin discriminación geográfica» como ha ocurrido en otras ocasiones.
En cuanto a la ciclosporina y la aziatropina, que llevan más de ocho meses desaparecidas, son en realidad medicamentos de «vieja generación» que se siguen prescribiendo ante los retrasos en la compra de tratamiento actualizado para los trasplantados venezolanos. Según los registros de ATV, entre 2016 y 2022, por la entrega inconstante e incompleta de inmunosupresores, se han contabilizado más de 117 muertes altamente prevenibles.
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Amigos Trasplantados de Venezuela resaltó: «Esta semana se celebró el Día Mundial del Paciente Trasplantado. Pero, lamentablemente, en Venezuela ser trasplantado es sinónimo de riesgo, riesgo de perder el injerto que le fue donado, riesgo de regresar a un tratamiento de diálisis, riesgo de perder la vida por las condiciones insalubres del sistema público nacional».
Sobre la suspensión, hace cinco años, del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos y del Programa Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, detalló: «Cada día que una persona pasa en hemodiálisis se restan las posibilidades de acceder a un trasplante. El tratamiento de hemodiálisis está diseñado para ser temporal, no permanente, como ocurre en Venezuela, debido a la incapacidad del sistema de salud público».
Redacción: Alicia Salazar