El SOP es un trastorno endocrino influenciado por la dieta y el estilo de vida, sin embargo, es un mito que sea un trastorno exclusivo de las mujeres con sobrepeso.
Las estadísticas de salud a nivel mundial señalan que entre el 5% y el 15% de las mujeres en la edad fértil, de 15 a 44 años, padecen del Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), una patología que suelen detectar entre los 20 y 30 años, cuando se dan cuenta de que tienen dificultades para quedar embarazadas.
La doctora María Teresa Doti, endocrinóloga del Grupo Médico Santa Paula en la ciudad de Caracas, indicó que es una consulta recurrente y que sus manifestaciones clínicas pueden ser muy molestas, como la presencia de vellos en diversas zonas de su cuerpo, como espalda, entrepierna, mentón o bozo, acné en rostro, brazos y espalda, alopecia, alteraciones menstruales e infertilidad.
La doctora resaltó: «Es una de las consultas más recurrentes, los ovarios poliquísticos, tanto en las consultas ginecológicas, como con endocrinos en el GMSP. Entre las quejas que indican las pacientes se encuentra también acné inflamatorio, menstruaciones muy largas que llegan cada 35 o 45 días o más.»
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Explicó que el SOP es un trastorno endocrino de origen probablemente genético, que está influenciado por la nutrición y la actividad física, aunque también aclaró que «tenemos un mito de que las mujeres con ovario poliquístico son obesas y no es así. Más del 40% de las pacientes son normales o delgadas, así que no podemos guiarnos por el peso. El 85% de las pacientes tienen pelitos en zonas que no son normales y es un alerta que deben investigar.»
Para la especialista, el momento más común de diagnóstico es cuando la mujer desea tener un hijo y, en segundo lugar, cuando ingresa a la universidad y desea mejorar su apariencia: «Para el diagnóstico se estudia la historia familiar, pues si mamá o hermanas padecen del Síndrome, nuestra paciente también. De igual manera, es necesario conocer los ciclos menstruales, los cambios de peso, realizar un examen físico para determinar si hay alopecia, si se evidencia leche en la mama sin estar lactando, si existe oscurecimiento del cuello, entre piernas y axilas, además de engrosamiento de la piel o aumento del tamaño del clítoris por la presencia de andrógenos».
En el diagnóstico deben confluir varios especialistas que garanticen una evaluación integral de la paciente: «Tenemos un equipo integral compuesto por especialistas de endocrinología, ginecología, dermatología, nutrición clínica y un entrenador o fisiatra», detalló Doti, quien participó en el webinar Salud Femenina organizado por el GMSP a través de su canal de YouTube.
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Se realizan diversas pruebas de laboratorio, como el perfil androgénico y la prueba de tiroides, que son más que todo exámenes de descarte. También se lleva a cabo un ecosonograma pélvico o transvaginal, y una evaluación de la ovulación.
En cuanto al tratamiento, dependerá del diagnóstico y de la necesidad de la paciente: «Podemos atender de forma farmacológica algunas situaciones. Sin embargo, hay que hacer cambios de estilo de vida, pues ello es la base de la medicina. Debe cumplirse un plan nutricional (recomiendo la Dieta Mediterránea) y además hacer ejercicio 30 minutos diarios o una hora tres veces a la semana».
El uso de medicamentos específicos depende del problema y los síntomas que presente: «Puede haber alteración metabólica. Puede o no existir acné, incluso alopecia. Algunas pacientes quieren ayuda para poder retomar su fertilidad y otras por cuidados cosméticos. En el Grupo Médico apoyamos y asesoramos con nuestro equipo multidisciplinario», concluyó la doctora Doti.
Redacción: Alicia Salazar
