Entre todos los fracasos que ha acumulado el chavismo a lo largo de dos décadas, destaca el desplome de la producción petrolera. Desde la llegada del cáncer rojo a Miraflores, Venezuela, quien en otro tiempo fuera uno de los mayores y más confiables productores y exportadores de petróleo del mundo, ha ido reduciendo su producción a causa de la falta de mantenimiento y actualización de sus instalaciones, y de las directivas impuestas por el régimen socialista, cada una tan mediocre como la anterior. Esas son las consecuencias de la «revolución bonita» que infectó al país.
Cuando Maduro dice que va a hacer algo bueno, es que todo va a empeorar. Esa ha sido la dinámica demostrada por el indocumentado desde que se enquistó en Miraflores, culpando a todos de su propia incompetencia. Por esto, cuando afirmó que la producción petrolera se incrementaría en 2022, ya se sabía que esto sería agua y sal.
Según señala la OPEP, Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo, en una nota del 12 de abril basada en datos oficiales, la producción de petróleo en Venezuela se redujo un 7,6% durante el mes de marzo en comparación a lo producido en febrero.
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Durante el mes de marzo, el régimen socialista notificó a la OPEP que se habían producido 728.000 barriles por día (bpd) mientras que en febrero la producción alcanzó los 788.000 bpd de petróleo. Esto significa una reducción de 60.000 barriles diarios en apenas un mes.
En términos trimestrales los números no son mejores. Mientras el último trimestre de 2021 cerró con una producción de 817.000 bpd, el primer trimestre de 2022 registró apenas 756.000 bpd lo que indica una disminución intertrimestral del 7% en la producción de crudo.
Estos números indican con claridad que la industria petrolera venezolana se encuentra muy lejos de alcanzar la meta establecida por el dictador Nicolás Maduro, la cual es producir 2 millones de barriles diarios al finalizar 2022.
Segun la Opep con cifras de Pdvsa, Venezuela produjo 728.000 barriles diarios de petróleo en marzo 2022 casi 100.000 barriles menos que en diciembre de 2021. Y si dicen que van a producir 2.000.000 barriles diarios este año. Según fuentes secundarias la producción fue 697.000 b/d pic.twitter.com/jC8xHaXqUJ
— Jose Guerra (@JoseAGuerra) April 12, 2022
Indicó el indocumentado que «Este año vamos a 2 millones de barriles diarios llueva, truene o relampaguee. Este año recuperamos la producción petrolera de la mano de la clase obrera». De seguro, desde ya tendrá preparada todas las excusas posibles, fantasiosas y absurdas, para explicar por qué el sector petrolero que el nefasto Chávez se empeñó en destruir, no puede alcanzar las absurdas cotas que ahora le exigen.
La desesperación del dictador por incrementar la producción petrolera se explica dentro de las consecuencias de la invasión de Rusia contra Ucrania. La batería de sanciones con las que las democracias occidentales tratan de detener a Putin incluye la prohibición de importar petróleo ruso por parte de los Estados Unidos.
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Como recordaremos, el gobierno ruso se apresuró a sustituir, sin el menor pudor, el petróleo de Venezuela en el mercado norteamericano, pasando por encima de su supuesto «aliado estratégico». Ahora Maduro quiere sustituir el petróleo de su aliado en un curioso juego de traiciones entre Caracas y Moscú.
Sin embargo, verdaderos conocedores del estado en el que se encuentra la industria petrolera venezolana consideran poco probable que la producción venezolana se aproxime a lo exigido. Ni siquiera en el supuesto caso de que la administración Biden flexibilice las sanciones que se tiene contra PDVSA.
Esto indica que Venezuela, a causa del chavismo, no podrá beneficiarse de la dinámica energética actual, perdiendo la oportunidad de recuperar la economía de la crisis provocada por la incompetencia oficialista de Miraflores. Todo un desastre «hecho en socialismo».
Redacción: Luis González