Así lo afirmó la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, durante una audiencia conjunta con el Comando Norte de Estados Unidos, llevada a cabo el pasado 24 de marzo.
Según la jefa del Comando Sur: «La tragedia que ha ocurrido en Venezuela sirve como una terrible advertencia de lo que se puede esperar cuando una nación amiga cae en el autoritarismo».
En la audiencia, los Comandos Norte y Sur fijaron la postura de la nación norteamericana ante diversos conflictos globales, incluida la situación de Venezuela.
Durante su intervención, Laura Richardson aseguró, categóricamente, que el régimen de Nicolás Maduro «participa activamente en actividades narcotráfico y alberga dentro de sus fronteras a grupos terroristas regionales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)».
Señaló que Venezuela padece una de las peores crisis humanitarias del hemisferio, además de representar una «importante amenaza a la seguridad de la región».
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Jack Reed, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, fue el encargado de hacer la introducción a la audiencia. En su discurso, indicó que el Comando Sur de Estados Unidos continúa viendo un aumento de la inestabilidad política, principalmente por la violencia en Cuba, Venezuela y Haití.
Para Reed, «la inestabilidad política y económica en regiones del Comando Sur presenta una situación de la que China, Rusia y otros actores de Estado buscan explotar para incluir su propia influencia».
Por su parte, Laura Richardson destacó que estas amenazas, unidas a la cercana relación con Irán, la migración irregular, la corrupción y el cambio climático; abruman las frágiles instituciones de la región, provocando disturbios entre una población cada vez más frustrada.
La presencia de grupos armados en Venezuela es una de las irregularidades que más preocupa al Comando Sur. Richardson afirmó que las FARC y el ELN se refugian en el país para realizar ataques que debilitan la estabilidad política de Colombia: «La presencia de estos grupos representa una grave amenaza para las fuerzas militares de Estados Unidos y de países aliados».
Otra amenaza que inquieta a Estados Unidos es la influencia de Rusia sobre Venezuela. Al respecto, Laura Richardson explicó: «La relación de Rusia con sus socios regionales clave, Venezuela, Cuba y Nicaragua, permite a Moscú expandir su acceso aéreo y marítimo para proyectar poder militar en toda la región».
Sobre la presencia de armamento ruso en territorio venezolano, detalló: «Rusia busca incursionar en el hemisferio brindando capacitación en seguridad a través de $2.3 mil millones en ventas de armas y equipo militar en los últimos 10 años e incluir ventas directas a Venezuela».
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Rusia, a través de sus lazos con Venezuela, Cuba y Nicaragua, también intensificó la inestabilidad de la región utilizando grandes operaciones de desinformación.
De acuerdo a la comandante: «Estas campañas de desinformación son solo una parte de los esfuerzos más amplios de Rusia para influir en las elecciones nacionales en toda la región este año».
Irán es otra nación que mantiene estrechas relaciones con Venezuela. El año pasado, este país extendió la cooperación con Venezuela, Bolivia y Cuba por medio de transferencias de combustible, alimentos y asistencia militar, ayudando a eludir los efectos de las sanciones estadounidenses.
Richardson denunció: «El régimen iraní compró oro de minas de oro ilegales en Venezuela, lo que le permitió al régimen de Maduro evadir sanciones y financiar sus actividades opresivas contra sus ciudadanos».
Además, «dos buques de guerra iraníes se dirigían a Venezuela, posiblemente con armas y barcos de ataque con misiles. Los esfuerzos diplomáticos de EE.UU. frustraron las intenciones de Irán, que habrían amenazado directamente a Estados Unidos, sus aliados y socios», alertó la jefa del Comando Sur durante la audiencia.
Redacción: Sebastián Yañez
