El actual ministro de Comunas y Movimientos Sociales, fue el candidato del PSUV a la Gobernación de Barinas en las elecciones repetidas. Su derrota, por el opositor Sergio Garrido, marcó un hito político.
Jorge Alberto Arreaza Monserrat ha sido una figura clave en los gabinetes ministeriales de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. De hecho, Arreaza fortaleció sus nexos con el chavismo cuando se casó con la mayor de las hijas de Chávez, Rosa Virginia, en mayo de 2007. El internacionalista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) mantuvo un perfil relativamente bajo dentro del régimen hasta que en junio de 2011 se informó sobre la enfermedad de Chávez.
En ese momento, asumió el rol de portavoz durante la enfermedad del Presidente, ganando notoriedad el 28 de julio de 2011, con la histórica fotografía junto a la familia presidencial en el «balcón del pueblo» del Palacio de Miraflores. Chávez volvía de la Habana, Cuba, donde le diagnosticaron el cáncer, y en esa ocasión cambió el lema «Patria, socialismo o muerte» por «Para vivir viviendo».
Arreaza dio sus primeros pasos en el chavismo en noviembre de 2005, cuando fue designado presidente de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), organismo creado durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) para apoyar la capacitación académica de los jóvenes venezolanos en el exterior.
Jorge Arreaza es hijo de diplomáticos. Habla inglés y holandés. Su hermano mayor es Gustavo Arreaza, el compositor del himno del PSUV, antiguo presidente del canal del Estado VTV y actual presidente del Teatro Teresa Carreño.
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Amigos de la infancia y compañeros de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV no se pueden explicar la vinculación de Jorge al chavismo. Sus profesores lo recuerdan como un alumno culto, discreto y de argumentaciones comedidas. En la universidad no se relacionó con ninguna organización partidista «ni mostró inclinaciones hacia la izquierda», según una antigua docente suya.
Arreaza se casó con una compañera de la universidad. Poco después, la pareja de internacionalistas, becada por Fundayacucho, se fue a cursar un postgrado en Inglaterra. En 1995, luego de regresar a Venezuela, comenzó a dar clases en la UCV y entre sus alumnos conoció a Rosa Virgina Chávez Colmenares, quien más tarde sería su segunda esposa.
También fue coordinador del sistema de formación socialista Simón Rodríguez; director suplente de Cantv y presidente del Consejo directivo del Inces.
En enero de 2010 fue nombrado viceministro de Desarrollo Científico y Tecnológico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias. En ese cargo, participó en proyectos como el Plan Educativo Canaima y el satélite Simón Bolívar.
El 27 de noviembre de 2011 ascendió a ministro de Ciencia y Tecnología. Su primera iniciativa fue presentar el servicio de TV satelital de Cantv como un logro del régimen, aunque realmente se trataba de una tecnología diseñada en la cuarta república.
En abril de 2013, dejó la cartera de Ciencia y Tecnología para asumir la vicepresidencia. El 15 de agosto el presidente Maduro le adjudicó la jefatura de la Comisión Nacional Contra el Contrabando.
Arreaza es primo y ahijado del periodista Alberto Federico Ravell Arreaza, ex director de Globovisión y director del portal La Patilla, una de las personas más odiadas del régimen. Por supuesto, el ministro no admite públicamente ese vínculo familiar.
Pese a sus esfuerzos por mantener en privado su vida íntima, en 2013 se vió envuelto en la polémica por la filtración de una serie de fotografías que retrataban la vida de lujos que llevaba junto a las hijas de Chávez, su esposa y su cuñada María Gabriela.
Arreaza fue sancionado por el gobierno de Canadá el 15 de abril de 2019, junto a otros 42 funcionarios del gobierno de Maduro por estar «directamente implicados en actividades que socavan las instituciones democráticas». Las sanciones incluyeron la congelación de activos y la prohibición de que los funcionarios señalados hicieran negocios en Canadá.
Poco después, el 26 de abril de 2019, fue sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
El 3 de noviembre de 2019, el gobierno de Nicolás Maduro, ordenó la expulsión de Venezuela del cuerpo diplomático de El Salvador, atendiendo al principio de reciprocidad, puesto que el día anterior el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, había ordenado la expulsión del cuerpo diplomático de Maduro, y reconocido a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Al respecto, Arreaza compartió un comunicado en el que se declaraba personas no gratas a los miembros del gobierno de El Salvador en Venezuela.
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Jorge Arreaza publicó, el 17 de marzo de 2020, a través de su cuenta en Twitter, una carta del gobierno de Maduro dirigida a Kristalina Georgeva, presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la que solicitaba un financiamiento de 5.000 millones de dólares para atender la emergencia por el COVID-19 y fortalecer la capacidad de respuesta del sistema de salud venezolano.
El 19 de agosto de 2021, Arreaza fue designado ministro de Industrias y Producción Nacional. Permaneció en el cargo hasta el 5 de diciembre de 2021, cuando fue anunciada su candidatura al cargo que resultaría tan disputado como simbólico: la Gobernación de Barinas.
El 9 de enero de 2022, al cerrar los comicios, Arreaza se adelantó al CNE y posteó en Twitter: «Barinas querida. La información que recibimos de nuestras estructuras del PSUV, indican que, aunque aumentamos en votación, no hemos logrado el objetivo. Agradezco de corazón a nuestra heroica militancia. Seguiremos protegiendo al pueblo barinés desde todos los espacios».
Dos horas después del mensaje, la junta regional electoral del CNE anunció como ganador al opositor Sergio Garrido con 172.497 votos, lo que supuso el ocaso de la hegemonía oficial de la familia Chávez y su círculo de allegados en el estado llanero.
Incluso después del divorcio, Arreaza siguió siendo el eterno «yerno», la gris personalidad detrás del brillo de su poderoso y difunto suegro, situación que no cambió con Maduro, quien al fin y al cabo (para desgracia de los venezolanos) resultó ser el único heredero político de Chávez.
Redacción: Sebastián Yáñez