Supercomputadora demostró cómo no contagiarse con Ómicron

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Un estudio japonés determinó las distintas probabilidades de contraer Ómicron y otras variantes del COVID-19 en situaciones de ambientes cerrados.

El 2 de noviembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud hizo pública la presencia de una nueva cepa de coronavirus descubierta en Sudáfrica, la B1.1.529, considerada de inmediato una variante de cuidado y llamada Ómicron posteriormente. Desde entonces, la variante ha provocado la mayor parte de los contagios en todo el mundo.

De Ómicron se conoce que es más contagiosa que la variante Delta, con una transmisión 70 veces más rápida que su predecesora, aunque la gravedad de la enfermedad es mucho menor, particularmente en aquellas personas que ya están vacunadas.

Hace algunas semanas se detectó el sublinaje BA.2 de Ómicron que se está extendiendo vertiginosamente. De hecho, ya está presente en más de 40 países y los datos indican que esta subvariante tiene cierta ventaja en su transmisibilidad. Por ejemplo, un estudio realizado en Dinamarca reveló que es un 33% más contagiosa que la cepa original.

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Por esta razón, expertos de la Universidad de Kobe, en Japón, han llevado a cabo un estudio que investiga cuáles son las medidas más eficaces para prevenir el contagio por Ómicron.

Según el informe publicado en el medio japonés The Asahi Shimbun, los científicos efectuaron simulaciones en la supercomputadora Fugaku para calcular las probabilidades de contraer Ómicron, o cualquiera de las otras variantes del coronavirus, en múltiples situaciones de ambientes cerrados.

De esta manera determinaron que en el caso de una persona sin mascarilla, la probabilidad de infección con Ómicron luego de una conversación de 15 minutos a una distancia de un metro es de cerca del 60%, aunque puede llegar a superar el 90% en el peor de los escenarios.

Cuando los investigadores hicieron la misma simulación con la variante Delta, la probabilidad de infección más extrema fue de un poco más del 80%, mientras que la probabilidad promedio de infección fue de casi el 50%.

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Haciendo un cambio en los parámetros la probabilidad también se ve afectada. Si una persona infectada con la variante Ómicron sin mascarilla mantiene una distancia de 2 metros, el espacio recomendado por la OMS y las autoridades japonesas, la probabilidad de infección más alta alcanza el 60%, mientras que la probabilidad promedio fue de alrededor del 20%.

No obstante, el método más efectivo entre los estudiados fue el uso de mascarillas. Los expertos determinaron que a una distancia mínima de 25 centímetros, la probabilidad más alta de infección no llegó al 30%, y a sólo un metro de distancia el riesgo de propagar la enfermedad se reducía prácticamente a cero.

Para el líder del equipo, el profesor de la Universidad de Kobe, Makoto Tsubokura: Es importante volver a lo básico y asegurarse de que las personas tomen medidas contra la infección, como mantener la distancia con las personas”.

Redacción: Lis Parra

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