Para primer ministro trinitario, fue «razonable y profesional» disparar al peñero con migrantes

Internacionales

Por muchos eventos acaecidos contra los migrantes venezolanos que desean escapara a Trinidad y Tobago, es evidente que el gobierno de este país tiene una guerra declarada contra los refugiados que huyen del chavismo. Una guerra que parece ser parte de un convenio entre sombras que mantiene con la dictadura de Nicolás Maduro.

Por esto, pensar que habrá justicia en el caso del cobarde asesinato de un niño ejecutado por la Guarida Costera trinitaria, el algo poco factible. En especial por las declaraciones del propio primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, quien no sólo insistió que la muerte de niño por disparos de oficiales trinitarios fue un «accidente», también afirmo que el tiroteo a una embarcación con refugiados desarmados cumplía «órdenes razonables y profesionales bajo protocolos y leyes internacionales».

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El argumento de los guardacostas trinitario se cae por su propio peso. Quieren hacer creer que dispararon en reiteradas ocasiones porque se sintieron en peligro. Es decir, ellos dispararon más de veinte veces contra el peñero con refugiados, «en defensa propia» porque les asustó que un pequeño bote construido en madera, sin cabina, de escasos 10 metros y con apenas un motor funcionando, embistiera a un bote patrullero clase Cape construido totalmente en acero, de más de 57 metros de largo, 10 metros de ancho y con un desplazamiento de 400 toneladas.

Tan pobre explicación, avalada por el gobierno trinitario en voz de su primer ministro, ha levantado una oleada de críticas tanto por parte de ONG humanitarias como del exilio venezolano. Más aún, dentro de la propia Trinidad y Tobago se alzaron voces catalogando lo ocurrido como un asesinato.

Este es el punto de vista de la líder de la oposición Kamla Persad-Bissessar, quien reprendió a la Guardia Costera por los resultados de su violenta acción. La respuesta del primer ministro no se hizo esperar, al indicar que «¡Kamla Persad-Bissessar acusó públicamente a los oficiales de la Guardia Costera de ASESINATO! Según ella, se debería haber permitido que la nave evadiera la patrulla fronteriza. Deberían haber sabido que había un bebé a bordo».

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El gesto de Kamla Persad-Bissessar por investigar y establecer responsabilidades sobre lo sucedido (lo mínimo que a nivel internacional se hace en casos similares) irritó lo suficiente a Keith Rowley para atreverse a llamarla «oportunista y desvergonzada», además de acusarla de estar «desprovista de cualquier chispa de patriotismo». Comentarios muy similares a los que normalmente vierten los representantes del chavismo cuando alguien critica sus acciones: una mezcla de insultos con un simplón sentido «patriotero»

Para el primer ministro, el peñero «fácilmente podría haber transportado cualquier cargamento de armas, municiones o asesinos». Dentro de este contexto, está claro que para Keith Rowley, político muy cercano a Delcy Rodríguez, en pleno siglo XXI es válido aquello de «disparar primero, preguntar después». Una creencia que, en esta ocasión, le costó la vida a un niño de menos de un año. Asesinato que Rowley se ve muy apresurado en ocultar y dejar sin justicia.

Redacción: Luis Alfredo González Pico

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