El peligroso incendio de un ducto de gasolina en Naricual, estado Anzoátegui, puso en evidencia el daño que causan las mafias del combustible.
El siniestro ocurrió la noche del martes 11 de enero, cuando los habitantes de Barcelona reportaron haber escuchado una fuerte explosión y que se veía una llamarada.
Posteriormente, el gobernador del estado Anzoátegui, Luis José Marcano, confirmó que el estallido provino de una tubería de gasolina. Declaró que se manejaba la hipótesis de una perforación del ducto en actos vandálicos.
El incidente dejó como saldo la muerte de la única persona que resultó herida. La víctima fue identificada como Eduardo José Arrieta, de 28 años de edad.
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Se supo que era mecánico de profesión y que circulaba por la carretera en su vehículo cuando se produjo la explosión, que calcinó inmediatamente el carro. Arrieta presentó quemaduras de segundo y tercer grado en al menos 60% de su cuerpo.
Aunque la producción de gasolina en Venezuela se ha estabilizado, sigue siendo insuficiente. Esa circunstancia promueve un mercado informal de combustible y las consecuentes mafias que lo controlan, auspiciados en su mayoría por personeros chavistas.
Esos mismos grupos serían los responsables de este grave accidente petrolero ocurrido en la localidad de Naricual, y que obligó a evacuar las zonas aledañas como medida de seguridad. El accidente también afectó el ya deficiente abastecimiento de combustible en la región.
Un Funcionario de PDVSA explicó cómo pudo originarse el hecho: «Así como rompen las tuberías para hacer tomas de agua clandestinas, lo mismo está ocurriendo con las tuberías de combustible», dijo bajo condición de anonimato.
Hasta el lugar se trasladó personal especializado de la estatal petrolera y de otros organismos del estado, para hacer inspecciones y solventar la situación.
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El incendio del poliducto, que representaba un gran peligro, fue finalmente controlado con la ayuda del Sistema de Gestión de Riesgo, la Dirección de Seguridad Integral de PDVSA y la Policía Nacional Bolivariana.
El perjuicio que causan las mafias contrabandistas de gasolina en el país se suma a otro problema de la deteriorada infraestructura petrolera venezolana: los frecuentes derrames en las instalaciones de PDVSA.
En los estados orientales de Anzoátegui y Monagas, se reporta continuamente la presencia de petróleo en aguas dulces y en la sabana, lo que representa un terrible crimen ecológico.
Redacción: Alicia Salazar