Maduro, como todo dictador, sigue bajo la vigilancia de las principales naciones del mundo quienes son conscientes del peligro que representa para la estabilidad continental.
Ante la amenaza propiciada por el indocumentado de detener a Juan Guaidó, quién es reconocido internacionalmente como el presidente (e) del país, la embajada de Canadá en Venezuela condenó tales amenazas contra el líder democrático.
En una publicación en Twitter, la embajada señalan que «Las recientes amenazas de Maduro y su régimen dirigido a Juan Guaidó demuestran temor a los procesos democráticos en Venezuela. Canadá sigue pidiendo que se retomen las negociaciones para encontrar una solución pacífica».
Las recientes amenazas de Maduro y su régimen dirigidas a @jguaido demuestran temor a los procesos democráticos en Venezuela. Canadá sigue pidiendo que se retomen las negociaciones para encontrar una solución pacífica.
— Canadá en Venezuela (@EmbCanVenezuela) January 30, 2022
La amenaza del dictador es parte de la campaña de presión contra Juan Guaidó la cual arreció cuando un grupo de diputados chavistas, y sus colaboradores, los llamados «alacranes», se presentaron ante la fiscalía írrita de la dictadura para solicitar actuar en contra del presidente del gobierno interino.
Tania Díaz, considerada una de las talibanas del chavismo indicó que se habían trasladado «… a la sede de la Fiscalía para exigir celeridad, eficiencia y eficacia en la aplicación de la justicia en contra de Juan Guaidó y la banda parlamentaria que se ha dedicado a violar la constitución, a atacar contra los bienes de la República».
Esta actitud contrasta con el hecho de que estos mismo representantes de la dictadura socialista no han tenido el mismo interés en llevar ante la ley a los responsables del desastre en el que se encuentra el sector eléctrico, alimentos y salud, y que han llevado a vivir en la miseria a millones de venezolanos. Hipocresía rojita.
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La actual AN rojita (no reconocida para la mayoría de los países del mundo) está compuesta por un 92% de chavistas al servicio de la dictadura, sin contar con los «alacranes», oposición al servicio de Maduro. De ella partió un acuerdo en apoyo de acciones contra el presidente (e), para lo cual cuentan con la sumisión absoluta de la fiscalía írrita, dirigida por Tarek Willima Saab, un fiel siervo del régimen.
Ante estas acciones contra el líder el interinato, la oposición denunció al dictador socialista Nicolás Maduro de «arremeter» contra el legítimo presidente de Venezuela, además de atacar a otros «dirigentes políticos, activistas de derechos humanos y periodistas» disidentes.
Entre las nuevas tácticas para acallar a la oposición democrática se perfila, además de la detención de Guaidó y otros líderes, la incautación de los bienes de los diputados que enfrentan a la dictadura. Esto lleva a los contrarios a la dictadura a considerar las amenazas del indocumentado «con seriedad y estar atentos a esta nueva oleada de violencia que está gestando, organizando y promoviendo la dictadura de Nicolás Maduro».
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A pesar de las constantes amenazas por parte del régimen, el presidente (e) insistió en su disposición al diálogo, reafirmando su compromiso con continuar con los diálogos en México, mismos que Maduro ordenó suspender el pasado año y que ahora pretende chantajear a cambio de la liberación de Alex Saab.
Manifiesta Juan Guadió que «Nuestros aliados están dispuestos a revisar sanciones, estamos dispuestos al levantamiento progresivo de cara al cumplimiento de un acuerdo, de la recuperación de la libertad y la democracia en Venezuela».
Aclaró Guaidó que «ninguna amenaza me ha detenido». «Lo que tenemos que hacer es concentrarnos en lo que nos corresponde en Venezuela, fortalecer la plataforma unitaria, la unidad».
Redacción: Luis Alfredo González Pico