¡Qué raro! El CNE rojito sabotea el revocatorio

Nacionales

La dura realidad está golpeando a aquellos que todavía creen posible sacar a una dictadura con elecciones. Luego de que un grupo de políticos de diferentes toldas y representantes de la sociedad civil solicitaran dar inicio a los pasos para el referendo revocatorio contra el dictador chavista Nicolás Maduro, el CNE respondió aceptando iniciar la recolección de las firmas… pero con condiciones que, en la práctica, hacen imposible lograrlo.

El CNE de mayoría rojita informó que el pasado 17 de enero recibió 3 solicitudes para dar inicio a los pasos que permitan activar el referendo revocatorio como vía democrática y pacífica para remover al indocumentado quien usurpa la presidencia de Venezuela. El CNE aceptó rápidamente comenzar con la recolección de firmas, celeridad que sorprendió a muchos.

Y es que para nadie es un secreto que desde los tiempos del nefasto Chávez el Consejo Nacional Electoral ha demostrado estar bajo las órdenes directas del dictador de turno. Sin embargo, esta aparente actitud democrática pronto evidenció la trampa: unas condiciones que hacen imposible cumplir con la meta de recabar las firmas 4,2 millones de firmas necesarias para continuar con el proceso.

También le puede interesar leer: «La partida de nacimiento del dictador es falsa: las pruebas»

El cronograma diseñado por el CNE para la recolección de las firmas opositoras al régimen establece que el evento se llevará a cabo el 26 de enero, de 6 de la mañana a 6 de la tarde, en 1.200 centros electorales de los más de 14.000 que existen en todo el país.

Para Roberto Picón, rector del CNE vinculado con la oposición democrática, «Es matemáticamente imposible recoger el número de firmas en el plazo establecido con las máquinas dispuestas para ello.». Destacó que para lograr esta meta «Tendrían que funcionar todas las máquinas a la perfección durante 12 horas; procesando cada una a un elector cada 12 segundos en forma continua sin interrupciones y sin errores. Esto hace prácticamente imposible que se facilite el ejercicio del derecho a revocar que está establecido en la Constitución».

Indicó el rector que la solicitud introducida para llevar adelante el referendo revocatorio fue tratada en el directorio del CNE. En esta ocasión los dos rectores demócratas solicitaron que se flexibilizara el reglamento para darle a todos los interesados la oportunidad de estampar su firma.

Aclaró que «El reglamento no se está violando, pero se ponen unas condiciones mucho más duras por así decirlo. Nosotros planteamos que se flexibilizara el reglamento en favor de la posibilidad de ejercer el derecho. Es decir, dar tiempo para que se hubiese incluido un operativo de registro electoral para que los electores dentro y fuera del país pudieran actualizar sus datos. Luego que se diera un lapsus de tiempo suficientemente amplio para que se recogieran las firmas».

Acotó que el problema fundamental en cuanto a decisiones como estas es que se carece de una Ley Orgánica de Referéndum que «limite la discrecionalidad que tiene el CNE en la organización». Así mismo advirtió que el cronograma impuesto no da «tiempo para notificar a la ciudadanía los puntos de recolección» de las firmas. Recordó que si para el día impuesto por los actores del chavismo no se recogen el 20% de las firmas, la solicitud para un revocatorio será rechazada.

Ante este descarado intento de los rectores de la dictadura en el CNE, Nicmer Evans y César Pérez Vivas, ambos del Movimiento Venezolano por el Revocatorio, MOVER, remitieron correspondencia vía email a la sala electoral del TSJ, también bajo control de la dictadura socialista, solicitando revisar la decisión del CNE. Recordemos que fue precisamente esta sala electoral la que en 2016, con sentencia de la ficha chavista Indira Izaguirre, determinó (muy convenientemente para la dictadura) que el 20% del padrón electoral no corresponde al 20% del total nacional, sino al 20% por cada entidad.

También le puede interesar leer: «Terremoto en el chavismo: perdieron en la tierra de Chávez»

Esto quiere decir que basta con que en una entidad no se logre el 20% para que se declare nulo todo el proceso. Con esto, es suficiente que el régimen sabotee las actividades de un estado con problemas de cobertura, como Delta Amacuro o Amazonas, para cerrar otra puerta a una salida pacífica de la crisis que vive Venezuela bajo el criminal régimen de los chavistas.

Esta sumisión del TSJ rojito a los designios del dictador no es ignorada por Evans y Pérez. Sin embargo, los representantes de MOVER aducen que harán uso del camino legal para defender el derecho constitucional de exigir el referendo revocatorio.

Según estadísticas de diferentes encuestadoras, el 70% de los venezolanos desean un cambio de gobierno, por lo que estarían dispuestos a apoyar el referendo para sacar al indocumentado de Miraflores. Esta situación mantiene encendidas las alarmas en el régimen sobre todo al recordar la paliza con la que el pueblo de Barinas sacó al chavismo de la gobernación llanera.

Redacción: Luis Alfredo González Pico

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *