Terremoto en el chavismo: perdieron en la tierra de Chávez

Nacionales
En estos momentos, el régimen aún debe estar en shock por haber perdido a Barinas, feudo del chavismo por años, y lugar de nacimiento de quien diera inicio a la destrucción de Venezuela: Hugo Chávez Frías.

Barinas es un estado llanero que desde la llegada del chavismo al poder, ha sido entregado a grupos guerrilleros como las FARC o el ELN quienes controlan gran parte de su territorio así como los corredores para el tráfico de estupefacientes. Esto ha sido denunciado tanto por ONG venezolanas (como FundaRedes cuyo director, Javier Tarazona, fue acusado por la dictadura de «traición a la patria» por denunciar estos hechos) como por organismos internaciones e incluso por el propio gobierno de Colombia.

Esta situación convierte a Barinas en un estado de interés especial para el dictador Nicolás Maduro, ya que quien fuera elegido gobernador deberá manejar esta álgida situación. O enfrentarlo como un demócrata o asociarse con estos grupos criminales como lo ha hecho el chavismo.

Cuando que el TSJ metió su mano negra para arrebatarle el triunfo a la gobernación de Barinas a Freddy Superlano, en las anuladas elecciones del 21 de noviembre de 2021, se rumoró de que estaban protegiendo los negocios turbios que la familia de Chávez tiene en la región. Incluso se llegó a decir que Claudio Fermín, esquirol político de Maduro, había entrado en juego para arrebatarle votos a la oposición, quemando por completo su ya inexistente prestigio.

El caso es que fuera esto cierto o no, el chavismo perdió a Barinas en unas elecciones cuya lectura dará suficiente tela para cortar por mucho tiempo.

Sergio Garrido, el candidato de la oposición quien fuera inscrito contra reloj ante las continuas inhabilitaciones ilegales de la contraloría contra candidatos no afines con el régimen (incluyendo candidatos de PVC), logró hacerse con el 55,36% (174.077 votos), superando a Jorge Arreaza, representante del PSUV quien llegó al 41,27% (129.820) lo que equivale a 14 puntos de ventaja. Irónicamente, en las elecciones de 2021 la diferencia entre el candidato demócrata y el oficialista fue de apenas un punto porcentual. El resto de los candidatos sumaron el 3,36%.

En cuanto a la abstención, los resultados indican que se redujo en un 6% en comparación a las elecciones de noviembre de 2021 anuladas sin razón por el TSJ de la dictadura. Mientras que en las elecciones de noviembre la abstención alcanzó un 54%, en enero de 2022 se redujo a un 48%. Esto ubica a dicha abstención como la tercera menor desde 2004, sólo superada por las elecciones de 2008, que alcanzó el 31,46%) y las de 2017 que cerró en 37,82%.

El brutal ventajismo demostrado por las fuerzas oficialista no pudo contener una diferencia tan indiscutible que Arreaza, el candidato impuesto por Miraflores, tuvo que reconocer su derrota antes del boletín emitido por el CNE.

«Barinas querida. La información que recibimos de nuestras estructuras del PSUV, indican que, aunque aumentamos en votación, no hemos logrado el objetivo. Agradezco de corazón a nuestra heroica militancia. Seguiremos protegiendo al pueblo barinés desde todos los espacios». Escribió en un tweed.

En cuanto a la población que apostaron por Garido, salieron a celebrar el triunfo al grito de «¡La cuna de Chávez, libre!». Adela Aliso, de 62 años indicó que «Llevamos 23 años pasando calamidad», agregando para los vencedores «Administren bien su victoria, no se equivoquen».

Estas elecciones convierten a Sergio Garrido en el primer gobernador de Barinas de la oposición desde que 1998. Durante todos estos años, la «dinastía» Chávez se encargó de dirigir los destinos de un estado que perdió todas las ventajas obtenidas durante la democracia, decayendo su calidad de vida de manera continua. Recordemos que el padre de Cháez, Hugo de los Reyes, fue gobernador de la entidad entre 1998 hasta 2008. Le sucedió sus hijos Adán Chávez (2008-2016) y Argenis Chávez (2017-2021). Este último aspiraba a la reelección, pero renunció luego de que el TSJ rojito ordenara repetir las elecciones.

Si bien la elección del próximo candidato a la gobernación debía surgir del PSUV en Barinas, Maduro impuso a dedo a Jorge Arreaza, exyerno de Chávez, como candidato, algo que los pobladores de Barinas no aceptaron con los resultados que ya todos conocemos.

Ya como gobernador, Garrido indicó que estaba dispuesto a hablar con el chavismo para encontrar soluciones para el estado, esperando que Arreaza también lo estuviera.


Para el profesor universitario y politólogo Guillermo Tell Aveledo, el triunfo de la oposición en Barinas agrava el «divorcio político» entre la familia Chávez y Nicolás Maduro, a pesar de que dos de las hijas del exgolpista fracasado participaron en el circo electoral rojito. Es conveniente recordar que el gobernador saliente, Argenis Chávez, fue crítico por la falta de apoyo del régimen a su gestión y el abandono de las bases política en la región.

En todo caso, no cabe duda que la repetición de las elecciones en Barinas fue un error de cálculo de la dictadura. Maduro pensó que tenía capacidad de movilización y que el grotesco uso de los bienes del estado para la campaña invertiría la situación de hastío de una población cansada de un gobierno de promesas que no ha hecho más que degradar las condiciones de esta importante entidad llanera.

En cuanto al rumor de que Maduro utilizaría la misma carta de «protectorado» para sabotear el gobierno democrático recién elegido, Garrido ha sido enfático al señalar que el pueblo de Barinas no va a aceptar la imposición de protectorados. «Que Maduro ponga protectores no lo podemos controlar, pero el pueblo barinés no está dispuesto a aceptar estas cosas», advierte. Además, recordó que Maduro había afirmado que no iba a poner más protectores, una promesa que podría desaparecer como tantas otras en boca de alguien que no acostumbra cumplirlas.

El triunfo de la oposición en Barinas es, pocos días después, un evento que hay que analizar con cuidado dado los diferentes matices que posee este triunfo. ¿En verdad respetará el dictador Nicolás Maduro la voluntad del pueblo de Barinas, o le va a colocar un protector desdiciéndose, como es su costumbre, de sus propias palabras?

Si el régimen le negó recursos a este estado, según lo dicho por el propio Argenis Chavez, ¿qué garantías hay de que la dictadura ahora si apoyará el crecimiento de esta entidad? ¿Qué sucederá con el desenvolvimiento de las guerrillas en la región las cuales, según denuncias previas, actúan libremente sin oposición de la FANB? ¿Estarán en Miraflores planeando cómo sacar al gobernador demócrata para proteger los mezquinos intereses del chavismo en la región?

No crean que la historia de las elecciones en Barinas ha finalizado con el triunfo de Sergio Garrido. Es muy posible que los más intensos capítulos estén por venir.


Redacción: Luis Alfredo González Pico

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