¿Qué se sabe y qué se desconoce de la variante Ómicron del COVID-19?

Salud

La recientemente descubierta variante Ómicron ha provocado zozobra en algunos sectores y fuertes discusiones en otros. Pero, ¿qué se sabe con certeza?

La variante Ómicron se extiende rápidamente en Sudáfrica y se sospecha que podría vulnerar nuestras defensas. Los últimos datos de Our World in Data muestran que los contagios se duplican cada tres o cuatro días; también se ha disparado el porcentaje de positivos y aumentaron los ingresos en los hospitales.

La clave en este momento es confirmar si las vacunas todavía pueden evitar el desarrollo grave de la enfermedad.

También le puede interesar leer: «Cuáles son los problemas de visión asociados al teletrabajo y cómo evitarlos»

Se sabe muy poco, en realidad, sobre Ómicron. La buena noticia es que la variante se detectó pronto. El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) lo resaltó: hay grandes incertidumbres sobre su «transmisibilidad, severidad y capacidad para escapar a la protección inmune».

El genoma de la variante presenta un grupo de mutaciones preocupantes. Tiene muchos cambios en la espícula, la que sería la llave del virus para abrir la cerradura de la célula humana. Algunas de las mutaciones se asocian con una mayor transmisibilidad, mientras que otras sugieren que esta variante podría escapar, en parte, de las defensas humanas, tanto naturales como generadas por vacunas.

La principal incógnita es si la variante es más contagiosa. Los datos en Sudáfrica parecen indicar que se extiende fácilmente, pero eso se explica de dos maneras, según el epidemiólogo Adam Kucharski: «Porque es inherentemente más transmisible, y/o porque reinfecta más fácilmente».

La primera posibilidad es que la ómicron sea más transmisible que la delta, igual que la delta lo era más que sus antecesoras. La otra alternativa es que la ómicron infecta a gente inmunizada, es decir, estaría infectando gente a la que la delta no fue capaz de infectar.

Actualmente, ninguna de las dos alternativas está confirmada, aunque la que cobra más fuerza es la segunda. La Organización Mundial de la Salud destacó un estudio que evidencia que con la ómicron aumentan las reinfecciones. La variante escapa a la inmunidad natural, al menos parcialmente.

La segunda gran pregunta es ¿qué tan severa es la enfermedad con la variante ómicron? Tulio de Oliveira, uno de los científicos del grupo que alertó a la OMS sobre la aparición de la variante lo resume: «¿La gente que se infecta de esta variante, a pesar de haberse infectado antes o estar vacunado, desarrolla la enfermedad con gravedad?».

Obtener la respuesta es primordial. Aunque la ómicron infectase a más personas vacunadas, el problema no sería tan grave si la mayoría de las personas no enfermaran de gravedad. La solución sería la misma que hasta ahora, vacunar a todo el mundo lo más pronto posible.

La variante ya llegó a muchos países de Europa y América. Incluso se han detectado varios casos de transmisión local. El origen no tiene que ser necesariamente en Sudáfrica. La ómicron se descubrió allí, pero el foco podría estar en otro país que no secuencia genomas.

Esto nos lleva a otra incógnita: No se sabe cómo se originó. El árbol evolutivo indica que la ómicron es muy diferente de la delta, se asemeja más a las variantes anteriores. O sea, que se pudo bifurcar hace meses. Es lo que opinan los científicos. Pero, si los antecesores de la ómicron se separaron hace tiempo de las variantes, ¿dónde estuvo todo este tiempo?

También le puede interesar: «Descubre los beneficios de las siestas cortas y cómo tomarlas correctamente»

Un artículo de «Science» explica las tres hipótesis que se manejan: que el virus estuviese dentro de un enfermo crónico, acumulando mutaciones; que haya estado circulando en una comunidad de personas aisladas, sin contacto con la delta; y que la ómicron estuvo entre animales, es decir, que saltó de humanos a otro mamífero, que haya mutado y circulado allí, y que justo ahora saltó de vuelta a los humanos.

Los científicos hablan de días y semanas para saber más. Los primeros datos deberían ser sobre si efectivamente la variante es capaz de evadir nuestras defensas. Más tarde, sobre la gravedad de la enfermedad, para la población en general y para las personas vacunadas. La variante es reciente y no ha habido tiempo de observar a las personas que se infectan, enferman y son hospitalizadas. Muchos dicen que los casos son leves, pero eso no revela nada.

A lo mejor nos estamos preocupando en exceso. Sin embargo, si hacemos bien las cosas, los riesgos se reducirán. Protegerse de un riesgo potencialmente peligroso implica que la mayoría de las veces se tomarán medidas de más. Por eso se dice que es mejor prevenir que curar.

Redacción: Lis Parra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *