En el proceso de desgobierno que ha afectado a Venezuela en las dos últimas décadas bajo el régimen socialista, las bandas de delincuentes han evolucionado a megabandas, todas ellas bien armadas y con cientos de miembros. Esto les ha permitido tomar el control de grandes territorios e instaurar allí su ley.
Los habitantes del estado Sucre han visto surgir y combatir a diferentes bandas delictivas las cuales retan tanto a las autoridades como a la competencia. Hace poco se dio un enfrentamiento entre los miembros del llamado el Tren del Llano, liderado por Gilberto Malony Hernández, alias «El Malony», lugarteniente y sucesor de José Antonio Tovar Colina, alias «El Picure», muerto en 2016 en un operativo desplegado para su captura. En el enfrentamiento contra «El Malony», en el que participaron más de 500 uniformados de diferentes organismos, 10 helicópteros y 15 unidades blindadas, se dio la baja de por lo menos 18 elementos, incluyendo al propio «El Malony».
Sin embargo, este no es el fin de la violencia en la región.
Según los organismos de inteligencia, la banda de «El Malony», con todo su poder de fuego, está lejos de ser la más fuerte de la región. De hecho, se le consideraban «recién llegados» por parte de la competencia que luchan por el control de una zona en extremo rentable para el control criminal. Hay por lo menos 8 megabandas más peligrosas que El Tren del Llano, todas cuáles están incursas en actividades criminales como el contrabando, extorsión, secuestro y narcotráfico. Para conocedores del tema como el periodista Javier Ignacio Mayor, integrante del Observatorio Venezolano del Crimen Organizado, El Tren del Llano es apenas una muestra del poder de la delincuencia en el estado y sus alrededores.
Señala Mayorca que «En los informes que se manejan, la banda de Malony no figura como una de las más importantes, a pesar de su poder de fuego. Todas las bandas allí tienen fusiles. Tienen elementos que les han llegado por vía contrabando, también por transferencia ilícita de los cuerpos policiales y militares. En Sucre, sobre todo en el lado de Paria, hay por lo menos 8 grandes organizaciones, eso es lo que está en los informes de inteligencia elaborados este año».
Estas bandas son «Los Sindicalistas, los grupos del Neno, Zacarías, Cane, Pilo, Puyín, Nandu y los llamados Piratas Bajos. Los que operan en el sur de la península que ya pasaron de la extorsión al secuestro, con un caso verificado en octubre». De estos grupos destaca el de Zacarias, el cual está relacionado con diferentes grupos de irregulares asentados en el estado Bolívar los cuales controlan zonas de minería ilegal.
El control del estado Sucre y en específico, el del Golfo de Paria, es de gran importancia para cualquier grupo delictivo. Como lo indica el periodista Mayorca «Es una decisión meditada, porque si tú revisas el mapa, vas a encontrar que Las Galdonas, así como San Juan de Unare que esta unos 15 kilómetros más hacia oriente, son lugares extraordinarios para establecer puntos de salida de mercancías ilícitas de todo tipo, así como salida de personas y también la importación por vía de contrabando traído de Trinidad. Para ellos representaba un negocio redondo».
Si bien el golpe recibido por la estructura de El Tren de los Llanos ha debilitado esta organización, lo cierto es que la cantidad de grupos similares está socavando el desarrollo regional al convertir al estado Sucre en una zona roja. A los secuestros en la región se le suman los actos de piratería los cuales han ido en incremento sin que el régimen haya podido hacer nada por controlarlo. Bajo estas circunstancias, la salida de un actor criminal es la oportunidad de que otro ocupe su lugar. Un peligroso juego en el que los pobladores son los que siempre pierden.
Redacción: Luis Alfredo González Pico