El caso de Monómeros, la empresa venezolana localizada en Colombia a la que se relaciona con quiebra por malos manejos, tiene mucha tela para cortar. Y es que lo sucedido en la empresa no está del todo claro y nuevas denuncias surgen a medida que se tira del hilo de sus problemas. Le explicamos:
Para saber la realidad de lo que sucedió con una empresa que no debería estar en la situación en la que ahora se encuentra, la Asamblea Nacional legítima autorizó que una comisión de parlamentarios investigara lo ocurrido in situ. Dicha comisión fue conformada por José Hernández de Un Nuevo Tiempo, José Luis Pirela de la fracción «16 de Julio», Yorman Barillas de Acción Democrática, Marco Aurelio Quiñones de Voluntad Popular y Bibiana Lucas de Primero Justicia.
Lo descubierto fue recabado en un informe de 53 páginas, el cual fue presentado en solitario por Bibiana Lucas el 28 de octubre vía Zoom. El informe fue impactante y explica «que la actual situación de la empresa de fertilizantes se deriva de una conspiración por parte de particulares y factores económicos para apoderarse del activo venezolano, de supuestos actos de corrupción en la gerencia e intromisión de la política en la toma de decisiones», tal como se reseña en el reportaje de efectococuyo.com publicado el 28 de octubre.
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Explica la diputada Lucas que la situación de Monómeros se agravó cuando Nitro Group, proveedor del 70% de los insumos requeridos para mantener la producción de la empresa, canceló la relación comercial con la empresa durante el mes de septiembre lo que desató la crisis en Monómero. Recordemos que se trata de una empresa filial de PDVSA la cual se encuentra en batalla entre la oposición y la dictadura chavista. Esto le impide solicitar los créditos necesarios (algo común en el sector) para pagar a sus proveedores, incluyendo Nitron Group. Aunque se sospecha que el interés de esta última empresa va más allá del pago de lo adeudado.
Indica Bibiana Lucas que «El problema de Monómeros no es solo de contratos y producción, es más profundo, existen pruebas claras para creer que hubo intenciones de grupos que formaron parte de Monómeros, para realizar una toma hostil (…) La toma hostil son acciones en las que un acreedor quiere hacerse de los activos, son elementos que descubrimos con los que se trató de desestabilizar la empresa. Nitron como proveedor ampliaba las garantías sin explicación para aumentar la dependencia».
En referencia a la conspiración que Monómeros enfrenta, la diputada reveló que William Otero, de nacionalidad colombiana y exgerente financiero de la empresa, hacía llamados para paralizar a la empresa como protesta por la situación por la que pasaba. Señalamiento sustentado en grabaciones detectadas. Indicó Lucas que 38 empleados renunciaron, además del contratista Jorge Pacheco, quién está relacionado con malos manejos, y el propio William Otero.
En el informe presentado, se recomienda dar inicio al proceso de declaración de responsabilidad política de los implicados, de manera especial en el caso del contratista Jorge Pacheco. Otro nombre que aparece involucrado en la conspiración para llevar a Monómeros de la quiebra y facilitar una adquisición hostil, es el de Carmen Elisa Hernández, expresidenta de la junta directiva. Según el informe de la comisión parlamentaria, Elisa Hernández colaboró con la situación crítica de la empresa al entregar información confidencial que fue utilizada en contra de Monómeros. Destaca que hubo información confidencial que llegó a manos de los medios de comunicación quienes desataron todo un circo mediático alrededor del caso.
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En cuanto a la creencia de que el gobierno de Iván Duque estaba detrás de todos los problemas por los que Monómeros está pasando con la intención de apoderarse de esta empresa estratégica para Colombia, la comisión descartó tal teoría. Ante esto Bibiana Lucas señala que «Sería descabellado creer que existe una conspiración del gobierno colombiano, sí la hay por parte de particulares y grupos económicos en lo que no tiene que ver el gobierno. Víctor Muñoz (secretario de despacho de la presidencia de Colombia), nos decía que la intervención de la Superintendencia de Sociedades al establecer control en distintas empresas son procesos naturales y las empresas responden. Es un proceso normal y Supersociedades tiene derecho a preocuparse por todo lo que se estaba diciendo de Monómeros».
En cuanto al temor de una toma forzada del gobierno colombiano de este activo de Venezuela, la diputada aclara que ni el Ejecutivo colombiano ni la Superintendencia pueden hacer esto. Su función es alcanzar acuerdos para mejorar la empresa. Acotó que Monómeros no está en quiebra sino en situación de «vulnerabilidad financiera» mientras mantiene un enfrentamiento con Nitron Group, un «contrincante agresivo que no tiene ética empresarial».
Redacción: Luis Alfredo González Pico