¿Es apertura de la frontera una realidad o un espejismo rojo-rojito?

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Después de decidir su cierra para beneficio propio, el chavismo anuncia que abrirá la frontera, decisión tomada tiempo atrás por el gobierno de Colombia y bloqueada por la dictadura de Nicolás Maduro. Sin embargo, después de dos décadas de mentiras por parte del régimen de Miraflores, es difícil establecer si esto se trata de un sincero intento por normalizar la actividad fronteriza, o es parte de un plan para limpiar la cara de la dictadura con miras a las elecciones del 21 de noviembre. Y es que es imposible colocar credibilidad y chavismo en una misma línea.

Lo cierto es que el régimen procedió a retirar los contenedores que ellos mismos colocaron sobre la vieja estructura del Puente Internacional Simón Bolívar, entre Venezuela y Colombia, para impedir el movimiento de los migrantes por el mismo. Esta inhumana decisión generó una industria de contrabando por las trochas que comunican ambos países. Estos son caminos ilegales que se encuentran controlados en su totalidad por paramilitares, guerrilleros, colectivos, militares venezolanos y hampa común, y que, según indican algunas fuentes, produce más de nueve millones de dólares al día. Dinero que algunos opositores democráticos de Venezuela como Laidy Gómez, gobernadora del estado Táchira, aseguran que acaba en los bolsillos de fichas del chavismo como es el caso de Freddy Bernal, el írrito «protector» del Táchira.

Recordemos que la frontera fue cerrada el 20 agosto de 2015 luego de un confuso incidente ocurrido el día anterior, donde resultaron heridos algunos militares venezolanos. En aquel momento Maduro echó mano a su único argumento de culpar a otros, acusando al expresidente de Colombia Álvaro Uribe del ataque. Sin embargo, el periódico Nuevo Herald publicó en aquel momento que «”personas familiarizadas con la situación” habían afirmado que el conflicto entre ambos países se debe a que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aprobó la extradición a Estados Unidos de dos narcotraficantes integrantes del Cartel de los Soles que opera en la frontera colombo-venezolana y que serán testigos claves para vincular a altos funcionarios del Gobierno de Venezuela a la actividad del narcotráfico.»

El asunto es que durante más de seis años el régimen chavista se ha encargado de mantener cerrada la frontera al estilo típico de cualquier dictadura. Esto provocó el lógico declive de la economía de ambos lados de la frontera, además de que separó familias y obligó a millones de personas escapar por las trochas provocando la muerte de muchos de ellos, incluyendo ancianos y niños.

Por esto es irónico que el comunicado proveniente de Caracas busque centrar en las autoridades usurpadoras de Miraflores la apertura de la frontera como si fuera un éxito de su parte, cuando en realidad son los responsables del injustificado cierre. La ficha dura del chavismo, Delcy Rodríguez, indicó que «a partir del día de mañana -5 de octubre- estaremos dando apertura comercial entre nuestros países». Agregó que las personas involucradas en el intercambio comercial deben estar vacunadas y cumplir con toda la normativa de bioseguridad establecida para el control de la pandemia.

Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, se refirió al tema al informar que mantuvo contacto con Iván Duque, presidente de Colombia. Allí se habló sobre «la necesidad de la apertura controlada de la frontera y del restablecimiento de los servicios consulares de Colombia en Venezuela, basados en la convención de Viena». Como indicamos arriba, el gobierno neogranadino había decidido la apertura de la frontera desde el pasado mes de junio por medio de la resolución 0746 de 2021 del Ministerio del Interior. Dicha resolución autorizaba la reapertura gradual de determinados puntos terrestres y fluviales de control migratorio con el objetivo de reducir el paso ilegal por las peligrosas trochas.

Sin embargo, por más que se trate de una buena noticia, este anuncio de la dictadura debe ser tomado con pinzas, ya que el régimen se desdice con la misma velocidad que promete Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuánto tiempo durará esta apertura y a quien culparán en caso de que fracase? Se oyen apuestas.

Redacción: Luis Alfredo González Pico

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