El Tren de Aragua, la sanguinaria megabanda venezolana nacida en el chavismo que azota la frontera

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Hablar de «el Tren de Aragua», es hablar de una de las bandas criminales más violentas que se hayan formado en Venezuela. Esta organización delictiva nació, creció y se fortaleció a la sombra del chavismo, al igual que otros grupos violentos, expandiéndose por toda con la tácita colaboración del régimen. El objetivo original era el de controlar las zonas populares evitando levantamientos en contra de la dictadura. Si embargo, el crecimiento de estos grupos degeneró en choques internos por el control de las zonas, aliándose con otras organizaciones hasta construir un entramado en el que ya no necesitan el apoyo gubernamental.

Para precisar el apoyo que el régimen de Nicolás Maduro brindó a este grupo delictivo, basta con decir que su base de operaciones se encuentran en la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua, un centro penitenciario en el que la exministra Iris Valera puso especial atención y que hoy en día es un ecosistema cerrado, ya que todo es controlado por sus líderes y ni la policía ni el ejército o autoridad alguna, pueden entrar allí. De hecho, existen fuertes denuncias que allí, en plena cárcel, opera una unidad de desguace donde son desarmados todos los vehículos robados en los alrededores por quienes, se supone, deberían estar tras las rejas.

Pero esto no ha sido suficiente para una organización criminal que crece entre la corrupción, incompetencia y complicidad del régimen chavista. Poco a poco fueron expandiendo al territorio Atlántico, en Colombia e incluso a Bogotá. Para garantizar la expansión, Héctor Rusthenford Guerrero Flores, líder de «el Tren de Aragua» -mejor conocido como «Niño Guerrero», actualmente «detenido» en la ya nombrada cárcel de Tocorón-, ha establecido alianzas con el «Clan del Golfo», el «Clan de asalto Colobos» y «los Costeños», ampliando su área de acción al César, Atlántico, La Guajira y Soacha, además del Norte de Santander.

En cuanto a la frontera, el «Tren de Aragua» se encuentra en guerra abierta contra los otros grupos criminales para hacerse con el control del contrabando fronterizo, un negocio que mueve millones de dólares. Según información en la zona, «el Tren de Aragua» tiene control de la población de «El Amparo», en Venezuela, donde nada se mueve sin su permiso. Incluso tienen la osadía de retar a las autoridades colombianas ubicadas al otro lado de la frontera, en territorio colombiano. «Nos hacen señas desde El Amparo (Venezuela), donde no podemos pasar. Incluso se paran en las calles de ese municipio, porque saben que hasta allá no llegamos» indicó uno de los miembros de los organismos de seguridad de Colombia.

Se cree que el «Tren de Aragua» y las FARC disidentes, quienes controlaban originalmente la zona, mantenían una relación de tensa calma. Pero cuando la megabanda venezolana asesinó al «Mono Guerrero», integrante de las FARC, se desató una guerra en la que cayó, entre otros, Darwin González, alias «el Enano», uno de los cabecillas del tren. Ya se han encontrado cuerpos de uno y otro grupo con papeles que indican quien los eliminó, aunque también son asesinados aquellos que no pagan vacunas o a los que se les acusa de trabajar para el enemigo.

El hecho de que el «Tren de Aragua» esté en la frontera, no es algo para tomarse a la ligera. Hay indicios de que cuentan con más de 5.000 hombres en Venezuela, fuertemente armados. Además de su presencia en Colombia, se sabe que se han expandido a Perú, Ecuador y Brasil. E incluso, más al sur. Esto mantiene en alerta a las autoridades colombianas las cuales saben que los integrantes de esta banda buscan sacar documentos legales en Colombia para evitar ser expulsados y poder, así, asentarse en territorio neogranadino para infectar y corromper la paz de este país tal como lo han hecho, y siguen haciendo, en Venezuela.

Redacción: Luis Alfredo González Pico

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