El Monumento a Nuestra Señora de la Paz en el estado Trujillo, fue inaugurado el 21 de diciembre de 1983. A pesar de que el Papa Juan Pablo II no pudo acudir a la apertura, se hizo presente en el evento a través de un mensaje televisivo que se transmitió durante la ceremonia.
Este hermoso monumento surgió de la iniciativa de la primera dama de entonces, Betty Urdaneta de Herrera Campins, esposa del presidente de la república Luis Herrera Campins. Siendo originaria del estado Trujillo, se dedicó junto a la gobernadora del estado, Dora Maldonado, a hacer realidad la propuesta de un monumento a la Virgen de la Paz, Santa Patrona de los trujillanos desde 1568 y de la Diócesis a partir de 1960.
La gran escultura mide 47 metros, está ubicada a 11 km al suroeste de la ciudad de Trujillo y fue levantada a 1600 metros sobre el nivel del mar. Se eleva sobre una estructura de acero, que es el esqueleto de la escultura, tiene un peso total de 1.200 toneladas. Realizada completamente en concreto, su construcción duró solo 18 meses y fue obra de los escultores Manuel de la Fuente y Rosendo Camargo.
El monumento, que es un lugar de peregrinaje y un atractivo turístico a la vez, cuenta con cinco miradores:
- Mirador 1: Ubicado al nivel de la rodilla de la estatua, a una altura de 18 metros. Permite divisar la ciudad de Trujillo y el Seminario Diocesano.
- Mirador 2: Está al nivel de la mano izquierda, a 22 metros. Desde allí se divisa la ciudad de Trujillo, los llanos de Monay, Agua Viva, Isnotú, La Ceiba, Betijoque, Motatán y Pampanito.
- Mirador 3: Se ubica al nivel de la mano derecha, a 26 metros de altura. Se puede observar La Teta de Niquitao que es la montaña más alta del Estado Trujillo con 4.006 metros.
- Mirador 4: Ubicado al nivel de la cintura, se divisa gran parte de la geografía Trujillana.
- Mirador 5: Se encuentra al nivel de los ojos. Permite observar la zona sur del lago de Maracaibo y la cresta de la Sierra Nevada de Mérida.
Cerca del Monumento se levantó una pequeña capilla cuya cúpula está decorada con un colorido vitral que muestra una paloma como símbolo espiritual de la paz.
El monumento a la Virgen de la Paz es la estatua más grande de Latinoamérica. Desde el punto de vista artístico, es una imagen sencilla, sin detalles excesivos, y tal vez por eso es tan majestuosa. Solo un hábito de color azul cubre a la Virgen y el único elemento que sobresale es la paloma que lleva en una de sus manos.
Como Santa Patrona del pueblo trujillano, la fiesta de la Virgen de la Paz se conmemora cada año del 24 al 30 de enero. Durante las celebraciones el monumento se llena de fieles que acuden a pagar promesas y de turistas que buscan sus asombrosas vistas.
La estatua también forma parte de otra actividad importante, la Marcha de la Paz que se realiza anualmente en Semana Santa. Parte bien temprano de la ciudad de Trujillo y culmina con una eucaristía en el precioso monumento. Los trujillanos estarán encantados de que los visitemos para participar y disfrutar de esta maravilla.
Redacción: Lis Parra