En Venezuela la corrupción del régimen, la improvisación y la terrible crisis económica han causado estragos en todos los sectores productivos. Uno de los más deteriorados es la industria petrolera, que debe enfrentar desde la corrupción sistemática y la mediocridad de sus gerentes, hasta la paralización de obras de envergadura que debían contribuir a su sostenibilidad e incluso garantizar la producción de un insumo tan básico como el gas natural, pero que hoy en día son monumentos a la desidia gubernamental.
EPS Tubos Sin Costura, C.A.
La construcción de la EPS Tubos Sin Costura en el Estado Bolívar se inició en el año 2007 y se paralizó en el año 2011. Se estima que la obra inconclusa costó unos 250 millones de dólares.
Fue creada por decreto Nº 4.194 el 26 de diciembre 2005, y tenía como objetivo la fabricación de tuberías de acero sin costura para ser suministrados a la industria petrolera nacional. La paralización del proyecto en enero del 2011 fue consecuencia de la no asignación de recursos durante el año 2010. A su vez, la falta de dinero significó la imposibilidad de cumplir con los pagos vencidos a los proveedores internacionales de equipos, generando una deuda aproximada de 60 millones de dólares.
El gobierno tampoco les pagó a los contratistas nacionales, por lo que se produjeron conflictos con los sindicatos de la construcción del Estado Bolívar al producirse el despido masivo de unos 660 trabajadores.
EPS Siderúrgica Nacional “José Inacio De Abreu de Lima”
En el 2006, el gobierno nacional creó la EPS Siderúrgica Nacional “José Inacio De Abreu de Lima” con el objetivo de producir 1.550.000 toneladas anuales de acero especial en distintas presentaciones, destinadas especialmente a la construcción de tanques para el almacenamiento de petróleo y productos relacionados, tuberías para la industria petrolera, etc.
La siderúrgica, ubicada en Ciudad Piar, Estado Bolívar, debía estar lista para el año 2012, pero como suele suceder con las promesas chavistas, nunca se terminó, a pesar 4.000 millones de dólares invertidos.
En el año 2008 el Estado venezolano contrató a la empresa brasileña Andrade Gutiérrez C.A encargándole la construcción de la obra con la modalidad de IPC (ingeniería, procura y construcción). No obstante, ejecutó solo un 60%, ya que se vio en la necesidad de paralizar los trabajos debido a la deficiencia del flujo de caja por la inconsistencia en los pagos del Gobierno Nacional.
Por supuesto, el régimen sigue insolvente al día de hoy y la siderúrgica paralizada.
Proyecto Gas Anaco
El muy necesario Proyecto Gas Anaco en el Estado Anzoátegui, contemplaba la construcción de 5 centros operativos: San Joaquín, Santa Rosa, Zapato Mata R, Santa Ana y Aguasay.
El plan era asegurar la producción para el mercado interno de 2.559 MMPCND de gas natural y 35 MBD de crudo liviano en forma confiable y con el menor costo operacional. Debía estar listo en el año 2016 y se le encargó a la ya aludida en otros elefantes rojos, y terriblemente afamada, empresa brasileña Odebrecht. Por “extraño” que parezca no se terminó y nos costó aproximadamente 3.876 millones de dólares.
Era el destino anunciado de un proyecto plagado de irregularidades. Fuentes cercanas a la industria petrolera aseguraron que ninguno de los trabajos emprendidos fue ejecutados a cabalidad, sino que se usaron para llevar a cabo operaciones y contrataciones irregulares, como por ejemplo en los centros operativos de Santa Rosa y Zapato Mata R, donde se inyectaron millonarias sumas de dinero sin una planificación de por medio y mucho menos un responsable calificado.
Mientras tanto, la población sigue sufriendo por la falta de un servicio regular de gas, entre tantos otros problemas de la vida diaria.
Redacción: Alicia Salazar