¿Sabías que el delfín de agua dulce más grande del mundo habita en Venezuela y es uno de los cinco mamíferos acuáticos del Orinoco? Se llama Tonina del Orinoco o Inia geoffrensis, y hoy en día se enfrenta a graves amenazas, derivadas de la actividad humana, que la ponen en peligro de extinción.
Es un tipo de delfín de agua dulce propio del continente americano, especialmente de los ríos Amazonas y Orinoco. También recibe los nombres de delfín rosado y bufeo. La tonina es el cetáceo más grande de agua dulce, ya que puede llegar a medir hasta 2,8 metros y alcanzar un peso de 180 kilos, aproximadamente. Las toninas son carnívoras, se alimentan de diferentes tipos de peces pequeños. Viven en promedio entre 30 y 40 años.
La tonalidad de su piel en realidad es variada. Durante los primeros años presenta un color grisáceo hasta llegar a la edad adulta, cuando puede cambiar a su característica coloración rosa claro. Posee más de 100 dientes y ojos que se adaptan perfectamente al agua oscura. La trompa es bastante prominente y su función es canalizar las ondas que las mismas toninas producen con el fin de reconocer el área donde se encuentran.
Su presencia está ampliamente distribuida en la cuenca del Orinoco y sus tributarios, como el brazo Casiquiare. También ha sido observada en la región del delta del Orinoco, Ciudad Bolívar y Puerto Ayacucho; igualmente en los ríos Portuguesa, Guanare, Capanaparo, Cinaruco, Caura, Cojedes, Sipapo, Autana, Cunucunuma, Ocamo, Ventuari y raudales de Guajaribo.
El hábitat de las toninas se encuentra amenazado en gran parte de su extensión. Un factor, en particular, es la fragmentación de los ríos por la construcción de hidroeléctricas. Por ejemplo, la construcción de la represa del Guri en el río Caroní, al parecer provocó una peligrosa reducción de las poblaciones del sector.
En nuestro país se ha vedado la cacería de las toninas, pero esto requiere un importante incremento de las actividades de vigilancia y control ambiental, no siempre posible. Otra actividad que afecta a nuestros delfines y los demás mamíferos de agua dulce de la zona es la explotación del arco minero para la extracción de oro, diamantes e incluso hidrocarburos. Con estas actividades se vierten grandes cantidades de mercurio en los ríos, elemento peligroso para cualquier tipo de ser vivo.
Si a lo anterior unimos el turismo irresponsable y la desforestación, lo que se plantea es un panorama desolador para una de las maravillas de la fauna venezolana. El delfín de agua dulce más grande del mundo necesita acciones concretas que garanticen su protección, y las necesita pronto.
Redacción: Lis Parra