Si hay algo que identifica a un bocazas, es el que no puede dejar de hablar, especialmente incongruencias. Chávez resultó ser el primer bocazas que llegó a la presidencia de Venezuela, la cual heredó a un bocazas menos creativo: el indocumentado Nicolás Maduro.
Para Maduro, hablar es una necesidad casi patológica, aunque acabe quedando en ridículo. Es una característica que lo ha acompañado durante todos los años de usurpación de la presidencia y que provoca una mezcla de burla y pena ajena entre quienes lo rodean, sean sus lacayos o la oposición. En esta ocasión, la bocaza de Nico lanzó amenazas en contra de Guaidó y los integrantes del gobierno interino que encabeza el actual presidente (e) de Venezuela, reconocido por más de cincuenta países del mundo entero.
El asunto es que en una entrevista que ofreciera a Ernesto Villegas por VTV, replicada parcialmente en una nota de contrapunto.com del 5 de septiembre, el dictador señaló que no habría impunidad «ni en México ni en Marte», en referencia a las actuaciones del gobierno interino que han impedido que el régimen chavista siguiera dilapidando dinero de los venezolanos en negocios opacos o personales.
Maduro acusa a Juan Guaidó y a sus seguidores de robarse de activos venezolanos y cuentas bancarias, además de ser los responsables de las sanciones, de intentos de golpe de estado y hasta de asesinar, aunque nunca ha mostrado pruebas de de ello. Indica el indocumentado que «Habrá justicia, puede ser que tarde en los procesos históricos que estamos viviendo, pero yo sueño con el día que haya justicia y que todos estos bandidos y delincuentes (la oposición democrática) paguen».
Ante estas amenazas del dictador chavista, Guaidó se limitó a recordarle la situación en la que se encuentra el títere del régimen cubano al indicarle «recuerda que tú eres el que está señalado en la CPI y tiene 15 millones en recompensa. Ni te atreves a salir a la calle a escuchar a la gente».
Recordemos que Nicolás Maduro tiene una acusación por parte de la administración de los Estados Unidos por narcotráfico, orden de captura y hasta un precio por su cabeza. Así mismo, el dictador se encuentra en el radar de la Corte Penal Internacional la cual aceptó que se cometieron crímenes de lesa humanidad bajo su gobierno. De darse inicio a las investigaciones, Maduro tendría una acusación criminal más en su prontuario.
Sin embargo, a pesar de que Nico quedó en ridículo por sus histéricos ataques en contra de la oposición, es muy poco probable que un elemento con el ego y la bocaza de Maduro pueda mantener la boca cerrada por mucho tiempo. Lo único que sabe es hablar y mentir, algo acorde con la toxicidad y falsedades sobre las que se sostiene la fracasada ideología chavista que está destruyendo a Venezuela.
Redacción: Luis Alfredo González Pico
