Durante mucho tiempo se ha sostenido que los venezolanos son los migrantes más numerosos que pasan por Colombia, la gran mayoría de ellos en ruta a Ecuador y Perú, camino a Chile u otros países de América del Sur, mientras que otros optan por intentar llegar a Panamá con la intención de seguir camino a los EE UU.
Sin embargo, en 2021 la composición de los grupos migrantes en territorio colombiano ha cambiado drásticamente. Así lo indica una nota de versionfinal.com.ve publicada el 1 de septiembre de este año, donde se señala que «En los primeros 7 meses de 2021 se identificaron 42.091 extracontinentales en Colombia. De esa cifra, 37.124 (87,5%) eran haitianos. Una cantidad se multiplicó por 11 frente a los números registrados en 2020, cuando la entidad registró el paso de 3.175 personas del país caribeño».
El término de migrantes extracontinentales reúne a todos aquellos provenientes de Haití, Cuba, países africanos y asiáticos que atraviesan el territorio colombiano camino a Panamá y a los Estados Unidos. Un grupo que pasó de 3.638 en 2020 a 42.091 en lo que va de 2021, y creciendo. De este total, el 87,5% son haitianos, ocupando el lugar que hasta hace poco mantenían los venezolanos.
La razón del alto número de migrantes haitianos se puede rastrear hasta 2010, en el gran terremoto de Haití que acabó con la vida de más de 300.000 habitantes generando un millón de desplazados. Estos optaron por buscar un mejor destino en la América continental, algo que muchos lograron. Sin embargo, la pandemia lo trastocó todo. Con la economía global en recesión por efectos del virus chino, la situación de estos migrantes se fue agravando, con menos ingresos y enfrentando políticas migratorias menos amigables. Y si a esto le sumamos el programa de reunificación familiar para los haitianos que puso en marcha Estados Unidos, tenemos un motivo más que justificado para semejante río humano. Se trata de un programa que le permite a los ciudadanos de Estados unidos y residentes permanentes legales, solicitar un permiso especial para el ingreso de sus familiares haitianos. Ante esto, son muchos los haitianos que optaron por adelantarse a estos trámites, dando inicio a una travesía tan larga como peligrosa.
Pero no todos los migrantes son haitianos. Según se indica, también hay migrantes de Cuba, India, Camerún, Bangladés y hasta Nepal, lo que convierten a estos desplazamientos en un verdadero reto para las autoridades colombianas. Estas deben enfrentar problemas tan comunes como la alimentación, hidratación y medicamentos, así como el simple -y grave- hecho de que muchos de los migrantes no hablan español y el hecho de que hay muchos niños sin sus padres.
¿Se detendrá este tipo de migración? Es algo difícil de responder. Ninguno de ellos caminan por gusto por la peligrosa selva de Darién entre Colombia y Panamá. Sus necesidades son tales que están dispuestos a arriesgar sus vidas enfrentando a una naturaleza hostil y a grupos de bandoleros para quienes la vida humana no vale nada. La única manera que desistan de proseguir, es contar con una patria propia, segura, donde poder desarrollar una vida normal. Algo con lo que sueñan los haitianos, cubanos y venezolanos. Pero mientras llega este anhelado momento, avanzar es la principal razón para vivir de cualquier migrante.
Redacción: Luis Alfredo González Pico