¿Qué sistemas de espionaje cibernético se usan contra los venezolanos?

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Los esfuerzos de Nicolás Maduro para perseguir a la disidencia venezolana han alcanzado el monitoreo de llamadas telefónicas, correos electrónicos, chats, publicaciones y comentarios en redes sociales, actividad que requiere el procesamiento de enormes cantidades de datos. Es por eso que, según distintas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años, el gobierno se ha visto en la obligación de adquirir software especializado e incluso contratar los servicios de piratas informáticos. Revisemos algunos de estos sistemas.

Uno de los más sofisticados es el Sistema Watson, desarrollado por IBM y llamado así en honor a su fundador Thomas J. Watson. Este fue adquirido para el Centro de Seguridad y Protección de la Patria (CESPPA), y se puede describir como un cerebro artificial capaz de procesar grandes cantidades de datos no estructurados, es decir, una gran herramienta para establecer relaciones, identificar patrones en los mensajes y anticipar tendencias.

Hay documentos del CESPPA que describen operaciones donde se utilizó intensamente este software. Además, el “Informe de Avance sobre el Sistema Watson” del 23 de abril de 2014, demostró que el sistema estaba siendo aplicado en Venezuela a 50 objetivos del espionaje chavista en ese momento.

De hecho, la sola existencia del CESPPA es ya un motivo de controversia. Creado por decreto presidencial el 7 de octubre de 2013, su principal objetivo es el acceso a datos que afecte la seguridad y defensa del orden interno y las relaciones exteriores. Lamentablemente, sabemos que la calificación de “enemigo interno y externo” que usa el oficialismo es arbitraria y solo sirve para convertir cualquier organismo o sistema de seguridad en un arma para perseguir grupos opositores y periodistas que no comulgan con sus ideas.

Otro sistema cibernético usado con fines autoritarios es el dispositivo Cellebrite Touch 2. Nicolás Maduro autorizó su adquisición en 2019 durante la sexta edición de la Expo Criminalística 2019, por la cantidad de 51 mil 300 euros. Esta herramienta sirve para extraer información de teléfonos y computadores, contraseñas de celulares y recuperación de datos borrados (incluyendo conversaciones de WhatsApp). Ya que el sistema se basa en la vulnerabilidad de los dispositivos analizados, el funcionamiento exacto no es de dominio público.

En cuanto a la contratación de servicios de espionaje de piratas informáticos se conocen dos casos. El Nuevo Herald denunció que el régimen había recurrido a un grupo independiente denominado Packrat por atacar usando los Troyanos de Acceso Remoto (Remote Access Trojans o RAT). Este grupo, auspiciado por el gobierno, habría espiado a ciudadanos considerados sospechosos de disidencia interceptando sus comunicaciones a través de sus dispositivos, incluyendo conversaciones de voz realizadas por Skype.

Citizen Lab, entidad dedicada a investigar el uso de tecnologías de espionaje por parte de gobiernos autoritarios, también detectó el uso en Venezuela de una herramienta de piratería cibernética llamada FinFisher. El software monitorea las actividades del objetivo una vez instalado en la computadora, tableta o teléfono celular, sin que este se dé cuenta.

Otro servicio de piratería posiblemente contratado es el RCS de la firma italiana Hacking Team. Parecido al FinFisher, fue ofrecido a distintos organismos de seguridad venezolanos. Varios documentos filtrados demuestran el interés de las autoridades por adquirirlo y que se organizaron demostraciones.

Dejamos para el final el sistema de espionaje que mejores resultados le ha dado al oficialismo. Tal vez un poco al margen del tema, ya que no es cibernético. Por supuesto, hablamos de los “patriotas cooperantes”. En las comunidades, sobre todo las que más dependen de las ayudas del Estado, cualquier persona que exprese de viva voz su inconformidad con el gobierno puede convertirse en objetivo de esta implacable red.

Un “patriota cooperante” puede ser un miembro de los organismos de seguridad, un dirigente comunal, o simplemente un vecino o familiar. En tiempos tranquilos, el acusado podría perder, por ejemplo, el beneficio del CLAP, pero impulsados por el número dos del gobierno, Diosdado Cabello, durante la represión de las protestas, llevaron a la cárcel a personas sin el debido proceso.

Podemos ver que cibernéticos o no, los sistemas de espionaje sirven para mantener el control social y limitar las denuncias en Venezuela.

Redacción: Sebastián Yanez

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