¿Qué sucede con la venta de Refidomsa a República Dominicana?

Internacionales

En 2010, PDVSA adquiría por 131 millones de dólares el 49% de participación de Refidomsa (Refinería Dominicana de Petróleo PDV), una acción que en su tiempo fue considerada poco transparente, ya que no fue licitada, puesto que el estado dominicano no posee un régimen jurídico único. Hoy, 11 años después, esta refinería que en su tiempo se consideró una compra más política que estratégica, vuelve a estar en el ojo del huracán al regresar al control dominicano en una operación plagada de dudas y sospechas.

El Aissami y su «negociación exitosa»

Según Tareck El Aissami, ficha del chavismo duro e incluido por los Estados Unidos en la lista de los 10 más buscados por narcotráfico internacional, la venta de Refidomsa se hizo «con el fin de que Pdvsa y Venezuela puedan “reducir su deuda pública externa” y con ello, poder obtener divisas para honrar compromisos con bonistas, que según el ministro saliente de la cartera de Industrias, no se han podido cumplir por primera vez en la historia del país», según una nota en talcualdigital.com publicada el 20 de agosto de 2021.

Pero, ¿quiénes son los bonos de PDVSA?

En 2016, Nicolás Maduro refinanció la deuda emitiendo 1.400 millones de dólares, esto a pesar de que la asamblea de la época no aprobaba esta medida. El pago a los bonistas se mantuvo hasta 2018 cuando dejó de honrarse la deuda culpando por ello a las sanciones de Estados Unidos. Tres años después -y miles de millones de dólares desaparecidos en cuentas de amigos del régimen-, la deuda por los bonos de PDVSA saltaron a los 1.000 millones de dólares. Y Maduro, como siempre, se hizo la víctima de su absoluta ineptitud acusando a factores externos de lo que es el mayor desfalco interno de la historia.

Un mal negocio al estilo chavista

La venta de esta participación de vuelta al estado dominicano fue por 88,1 millones de dólares, lo que generó una pérdida para Venezuela del 30% sobre el precio de adquisición de hace 11 años, algo que Tareck El Aissami se «olvidó» mencionar. Por su parte, José Manuel Vicente, ministro de Hacienda de la República Dominicana si destacó este punto al indicar que «creemos que el precio acordado ha resultado ventajoso para el gobierno dominicano, que readquiere la totalidad de las acciones de Refidomsa y esto le permitirá controlar los planes de expansión de la empresa y fortalecerla como jugador en el mercado de los hidrocarburos». También aclaró que se contactó previamente con la administración norteamericana para confirmar la posibilidad de la compra sin que la Casa Blanca objetara la venta. Algo ya de por sí curioso -por decir lo menos-, ya que este tipo de venta requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional y la que es reconocida por los EE. UU. es la elegida en 2015 la cual, por ventura, rechaza en pleno dicha operación comercial.

¿Qué dice la oposición?

La oposición, por su parte, criticó la venta de esta refinería a precio de remate. Carlos Valero, diputado de la oposición, señaló que venta es producto directo de «la corrupción del régimen de Maduro», que está haciendo un «un canje por sus bonos impagos» a consecuencia de la mala gestión chavista. Recalcó que «no la vendieron para comprar alimentos ni medicinas sino para pagar a bonistas (…) Quienes acusan a otros de traición a la patria son los mismos que entregan los bienes de la nación».

En una sesión parlamentaria realizada de manera virtual por la Asamblea Nacional legítima en la que se tocaron temas como las restricciones constitucionales y legales para hacer este tipo de negociaciones -algo obviado en la criticada transacción-, se establece que se desconocerá «el cambio de propietario en la participación accionaria de cualquiera de las empresas que se encuentren en el extranjero, que hayan sido de legítima propiedad de Petróleos de Venezuela S.A., o sus filiales» según lo reseña la página oficial de la Asamblea Nacional legítima, presidenciave.com, en su publicación del 25 de agosto de 2021. Más aún, en la misma nota «responsabiliza a Nicolás Maduro, a su régimen, así como a aquellos funcionarios públicos y a los miembros que usurpan la Junta Directiva de Petróleos de Venezuela S.A., por la consolidación de este tipo de transacciones oscuras que permiten el despojo de los bienes y propiedades de los venezolanos en el exterior, recordando que, según la Constitución de la República y la norma legal venezolana, los actos de corrupción no prescriben».

Entre otras acciones se establece indicar a los gobiernos extranjeros que los acuerdos suscritos por el régimen de Nicolás Maduro o por alguno de sus representantes que estén relacionados con el cambio de propietario de acciones y activos de Petróleos de Venezuela, filiales y empresas, no serán reconocidos por la autoridad legítima venezolana según lo establece la Constitución de la República de Venezuela. Esto implica que la AN legítima se reserva el derecho a ejercer acciones legales contra los cómplices de la dictadura que violen la Carta Magna de Venezuela.

Poniendo los puntos sobre las íes

El diputado Zulia Elías Matta, por su parte, calificó la operación de oscura. Recordó que a causa del mal manejo de la dictadura chavista, los bonos de PDVSA, que antes eran muy bien cotizados en el mercado, ahora eran denominados «bonos basuras», ya que no tiene valor alguno. Sin embargo PATSA LTD -empresa del Grupo Rizek especializados en chocolate, otro punto curioso en este entramado comercial poco ortodoxo- recibió las acciones a cambio de los «bonos basura», acciones que luego vendió al estado dominicano por 88 millones de dólares. Matta indica que esta acción violó el artículo 150 de la Constitución de la República de Venezuela, ya que se trata de un contrato de interés público. Tal artículo reza lo siguiente: «La celebración de los contratos de interés público nacional requerirá la aprobación de la Asamblea Nacional en los casos que determine la ley. No podrá celebrarse contrato alguno de interés público municipal, estadal o nacional con Estados o entidades oficiales extranjeras o con sociedades no domiciliadas en Venezuela, ni traspasarse a ellos sin la aprobación de la Asamblea Nacional. La ley podrá exigir en los contratos de interés público determinadas condiciones de nacionalidad, domicilio o de otro orden, o requerir especiales garantías».

Para el diputado Luis Stefanelli, estamos ante una monumental estafa en contra de la nación y de todos los venezolanos. En la nota publicada «alertó que lo más grave es que la nación recibe por este canje unos bonos que no se sabe, por la opacidad y falta de transparencia en la operación, si al valor facial o del mercado, si es lo primero, a su juicio sería la estafa del siglo, se estaría pagando en un valor de 10 al 15 por ciento, más los 42 millones netos que se pierden de la resta directa de 130 millones de dólares que se pagaron hace 10 años, contra los 88 que se reciben por esta negociación». Agregó que «si además se están recibiendo bonos por el valor facial, que es lo que presumimos que está ocurriendo, debemos denunciar esto como una estafa, como un saqueo del siglo en contra de los intereses de los venezolanos». Nada nuevo del chavismo.

Conclusiones

Que la dictadura volvió a torcer las leyes para su beneficio, eso nadie lo duda. Y no sólo ellos, porque si vemos esta oscura transacción con detenimiento, el gobierno de República Dominicana también se hizo de la vista gorda e incluso las autoridades norteamericanas que no tuvieron objeción para que un régimen no reconocido por la Casa Blanca, autorizara una transacción que desde lejos se veía como ilegal y violatoria de la constitución venezolana. El corolario de todo esto es que, además que hay quienes muy posiblemente se están haciendo brutalmente ricos con este guiso al cobrar bonos basura a precio de oro, Venezuela perdió gran parte de su presencia petrolera internacional. De 24 refinerías que PDVSA tenía en todo el mundo a la llegada del chavismo, solo nos quedan 8 sin garantías de conservarlas. Y es que si a los chavistas no les importa arruinar a Venezuela destruyendo la naturaleza para obtener divisas de sangre, poco asco les hará acabar de una vez con la industria petrolera que fue construida a base de trabajo, inteligencia y dedicación durante la democracia, con tal de obtener dólares que esconder en sus cuentas internacionales.

Redacción: Luis Alfredo González Pico

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