Delincuentes luchan por el Apure bajo las narices de la dictadura chavista

Nacionales

Todos recordarán los enfrentamientos en Apure durante el mes de abril, entre militares venezolanos y los ex-aliados de Maduro, el décimo frente de las FARC-EP disidente. En ese momento se rumoraba que los soldados venezolanos estaban siendo utilizados por el régimen chavista para acabar con los enemigos de sus aliados -es decir, con sus competidores en el tráfico de drogas por la frontera-, Iván Marqués y el supuestamente asesinado Jesús Santrich, líderes de otra facción de las FARC que traicionaron el plan de paz firmado con el gobierno de Colombia y quienes, a pesar de su carácter terrorista, fueron acogidos bajo la protección de Nicolás Maduro y las propias FANB.

Esos enfrentamientos que derivaron en la muerte de varios militares venezolanos -abandonados en el terreno por su superior, Vladimir Padrino, ministro de la Defensa-, habían sido denunciados por Javier Tarazona, director de Fundaredes, quien con el tiempo acabaría siendo secuestrado por la dictadura y ridículamente acusado de traición a la patria para silenciar lo que está sucediendo en la frontera colombo venezolana.

Sin embargo, la verdad es que la frontera sigue «caliente» ante un enfrentamiento que ocurre bajo la mirada del régimen chavista sin que este haga algo para hacer valer la soberanía nacional. Y es que ahora la guerra es entre los terroristas de las FARC y la megabanda delictiva denominada El Tren de Aragua.

Según una nota publicada el 19 de agosto de 2021 en noticialdia.com, en alusión a información de El Tiempo, la guerra entre estos dos grupos delictivos ha cosechado en una semana entre 6 a 8 muertos al que se le agregan a 5 más flotando en el Arauca. En algunos de estos cuerpos se dejaron notas, unas con el texto «Este es el mensaje para todos los que pertenezcan al Tren de Aragua. FARC-EP» y otras donde se lee «MUERTO POR SER DEL TREN DE ARAGUA. PLAN PISTOLA».

Recordemos que hace poco, el décimo frente de las FARC decretó un toque de queda en la frontera, con el objetivo de dar inicio a un plan de «limpieza social» lo que se traduce en asesinatos selectivos de todo aquel del que se sospeche sea miembro o colaborador del Tren de Aragua. El pasado 18 de agosto, una nota de talcualdigital.com informaba que uno de los cabecillas del Tren de Aragua en la zona, había aparecido el 17 de agosto en territorio colombiano con más de 30 disparos. El sujeto, identificado como Darwin Rafael González Castillo, alias «El Enano», había sido secuestrado por las FARC acusado del asesinato de José Leonardo Guerrero Estrada, alias «El Mono Guerrero», perteneciente a esta organización narcoterrorista. Este sería el punto de inicio de las hostilidades entre las dos agrupaciones criminales.

Tanto las FARC-EP como el Tren de Aragua luchan por el control de dos puntos de tránsito en el Arauca que todos conocen, pero de lo que nadie habla: el paso de «Las Canoas» y la cancha «Los Güires». Desde allí se mantiene un fluido tráfico de drogas, armas, combustible y mercancía entre las dos fronteras, siendo un territorio de uso compartido entre estos dos grupos hasta el inicio de las hostilidades que parecen alentadas por el régimen de Maduro ante la ausencia de autoridad que haga respetar la soberanía de Venezuela en la frontera.

Redacción Luis Alfredo González Pico

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