El inicio de los diálogos, según Maduro

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Ya se dio inicio a los diálogos entre la oposición democrática y la dictadura chavista de Nicolás Maduro en México y, como era de esperarse, el usurpador comenzó a repartir mentiras a diestra y siniestra en su desespero por hacer creer que está obteniendo ventajas que sólo ocurren en su retorcida imaginación. Veamos.

Según el dictador, los diálogos de México «ya son exitosos». Asegura (sin demostrarlo) que las autoridades comprometidas con la dictadura fueron reconocidas, un deseo que tiene entre ceja y ceja, pero que la comunidad internacional se niegan a aceptar. Sobre el segundo punto, indica que en el documento (aún no distribuido oficialmente) la oposición se compromete a «cesar todas las conspiraciones». Aunque, por supuesto, mete en esto al presidente de Colombia, Iván Duque, a modo de garantía para culparlo cuando se compruebe lo que en verdad fue firmado en el acuerdo y que no sea lo que él asegura ante la opinión pública.

En cuanto a la tercera condición exigida por la dictadura (de hecho, la condición principal según el propio indocumentado) que apunta al levantamiento de todas las sanciones de manera inmediata y sin condiciones, no dejó en claro cómo había sido tratado este tema en el memorándum suscrito por las partes, aunque no dejó de insistir que el diálogo «ha arrancado de manera exitosa, esperanzadora».

Algo que fue notorio, es que el dictador, en medio de sus grises comentarios, no mencionó el que era su cuarto punto, en el que se exigía que todas las oposiciones debían estar presentes. Con esto quería asegurarse que los llamados «alacranes» (opositores que se aliaron con la dictadura) estarían presente en los diálogos para poder obtener, con su ayuda, los beneficios necesarios para continuar controlando, explotando y destruyendo a Venezuela.

Recordemos que los objetivos principales de estos diálogos son, por parte de la dictadura, el levantamiento de todas las sanciones, recuperación de todos los activos y el reconocimiento del gobierno dictatorial chavista y de sus poderes públicos. La oposición democrática, por otra parte, exige condiciones para la realización de elecciones justas, transparentes y creíbles, incluyendo elecciones presidenciales y parlamentarias; la entrada al país de ayuda internacional sobre todo en el campo de la alimentación y salud, así como la liberación de todos los presos políticos, muchos de los cuales se encuentran tras las rejas sin juicio previo ni acusación formal.

La oposición no ha sido tan creativa como el dictador al inventar supuestas victorias en lo firmado, limitándose a realizar declaraciones puntuales. Sólo se sabe que el memorándum de entendimiento firmado abarca, entre otros temas, los derechos políticos de todos, un cronograma para las elecciones libres y garantías electorales. También se tocan temas como el levantamiento de las sanciones, el no uso de la violencia para derrocar al gobierno y medidas que apunten a protección social de todos los venezolanos.

Sin embargo, para los que creían que la historia finalizaba en México, podemos confirmarles que hasta ahora comienza. Según se informó por parte de la oposición y de la dictadura, la próxima reunión se realizará del 3 al 6 de septiembre, aunque no se ha definido en lugar en el que será realizado.

Es oportuno aclarar que, por el momento, nada de lo que se diga sobre los avances del diálogo puede darse por cierto. Y menos aún si la información proviene de un régimen que utiliza la mentira como estrategia continua para confundir a la oposición. Habrá que esperar las próximas reuniones para entender que rumbo toma este intento de diálogo. Claro, siempre y cuando Maduro no patee la mesa como ya es su costumbre cuando los resultados no favorecen a su proyecto chavista de destrucción nacional.

Redacción Luis Alfredo González Pico

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