«Misión Vivienda» es un nombre atractivo para un proyecto de interés social. No hay dudas en eso. Y es que si en algo se especializó el chavismo en Venezuela era en dar nombres atractivos a todos los proyectos que lanzaban con circo incluido, para tomarse fotos, vender la idea al mundo y luego dejarla en el olvido.
Un poco de memoria.
La Misión Vivienda nació el 30 de abril de 2011 como consecuencia del estado de emergencia decretado en 2010 a consecuencia de grandes lluvias que dejaron sin casa a más de 35.000 familias, aunque también se vendió como una solución para paliar el problema de vivienda presente en Venezuela. Esto, que parecía un excelente proyecto para ayudar al pueblo, no tardó en ser convertido por el nefasto Chávez en una herramienta de control social que beneficiaba mayormente a aquellos que defendía la mal llamada «revolución bonita».
La cantidad invertida en esta misión puede decirse que es estratosférica, pero es imposible determinar cuánto fue invertido en este agujero negro del chavismo. A diferencia de lo que ocurre en cualquier otro gobierno legal, todo lo relacionado con el proyecto de construcción de viviendas populares es un misterio, ya que el régimen nunca ha rendido verdaderas cuentas sobre el mismo. Sin embargo, el propio dictador Maduro nos da un pequeño ejemplo del nivel de la corrupción que represente este proyecto.
Fraude en números.
Según nos encontramos en una nota de elpitazo.net del 14 de mayo de 2021, «En la Conferencia Hábitat III de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se llevó a cabo en Ecuador, Nicolás Maduro aseguró que la GMVV (Gran Misión vivienda) había construido 1.160.000 viviendas en cinco años, invirtiendo 95 mil millones de dólares. De acuerdo con esta declaración, se construyó un promedio de 210 mil viviendas por año y cada vivienda costó 81.896 dólares. En octubre de 2020, en la entrega de la vivienda número 3.200.000 de la GMVV, Nicolás Maduro refirió que cada una de las viviendas que se entregó ese día tenía un costo de 60 mil dólares».
Casas de interés al doble de su precio.
Ahora bien, si seguimos con esta nota de elpitazo.net nos encontramos con varios puntos interesantes. Por ejemplo, que para la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC) y para el BID, el costo de una vivienda de interés social (que es lo que se supone que son las viviendas de la GMVV) oscila entre los 25 y 35 mil dólares. Un monto muy inferior al reconocido por el oficialismo que lo ubica entre los 60 y los 80 mil dólares. Pueden comenzar a sacar cuentas del desfase si tomamos como cierta las 3 millones y medio de viviendas que el régimen asegura haber construido. ¿A qué bolsillos rojitos fueron a dar los millones de dólares de sobreprecio?
Un metro cuadrado social a precio de lujo.
Esto no es todo. Una vivienda de interés social tiene un área promedio de 70 metros cuadrados. Si tomamos como correcto el monto informado por el dictador de 60 mil dólares por vivienda, esto nos indica que el costo por metro cuadrado es de 857 dólares. ¿Sabe cuál es el costo por metro cuadrado en otros países de Latinoamérica? El metro cuadrado de viviendas de interés social puede costar entre 370 y 420 en México, 400 dólares en Perú y entre 450 y 520 en Chile. Todos estos montos muy inferiores a los 857 dólares tasados por la dictadura.
Y aún queda más…
En connectas.org encontramos una nota que nos ayuda a completar el colosal fraude que representa el proyecto emblema del chavismo. En la nota especial «Viviendas en el Aire», se indica que «El Gobierno de Nicolás Maduro asegura que a través de la GMVV se construyeron 3.524.378 viviendas hasta el 23 de abril de 2021. Pero esta investigación de El Pitazo y Connectas, con apoyo del International Center for Journalist (ICFJ), no pudo ubicar esa cantidad de casas. Corresponsales y reporteros de El Pitazo registraron en una base de datos las viviendas construidas en el marco de la GMVV. Para ello, se revisaron publicaciones digitales de prensa oficial y páginas web de instituciones rectoras de la gestión de este programa. Se contactó a líderes sociales, exfuncionarios y especialistas. En algunos estados se revisaron documentos filtrados por las alcaldías o gobernaciones; en otros, los periodistas se apoyaron en la red de infociudadanos. La data construida y verificada por 34 periodistas de El Pitazo logró ubicar y contar sólo 5% de las viviendas que asegura el Gobierno ha construido a través de esta misión».
¡Sólo el 5% de las viviendas que la dictadura asegura que se construyeron! De ser esto cierto, esto quiere decir que el desfalco contra la nación es muy superior al que se creía, puesto que fueron invertidos millones de dólares en puro humo rojito. Sólo en chavismo.
Conclusiones.
La Gran Misión Vivienda podría pasar por uno de los fraudes más grandes cometidos contra el erario público de cualquier país del mundo. Un robo continuo que aún, en este momento, se sigue cometiendo. Sin auditoria, ni contraloría y sin papeles que evidencie lo adquirido y sus costos, la GMVV es, como se dijo arriba, un agujero negro que el chavismo utilizó para hacer desaparecer una ingente cantidad de dinero cuyo monto total difícilmente podrá ser estimado y mucho menos recuperado. Algo que no debe sorprender de una ideología donde el robo, el fraude y la ambición son parte del ADN rojito. El legado de la «robolución» sin freno con la que Chavez infectó al país que había confiado en él.
Redacción: Luis Alfredo González Pico