Causas del acné juvenil y cómo tratarlo

Salud

El acné es una afección cutánea que causa manchas y granos, especialmente, durante la pubertad, pero puede volverse crónico si no se trata adecuadamente.

Causas

La piel humana tiene poros que se conectan a las glándulas sebáceas bajo la superficie. Estas glándulas producen un líquido aceitoso llamado sebo que transporta las células muertas de la piel, a través de los folículos. Las espinillas crecen cuando estos folículos se bloquean y la grasa se acumula debajo de la piel.

Una variedad de factores desencadena el acné, pero se cree que la causa principal es un aumento en los niveles de andrógenos, un tipo de hormona cuyos niveles se incrementan cuando comienza la adolescencia. En las mujeres, se convierte en estrógeno.

El aumento de los niveles hace que crezcan las glándulas sebáceas debajo de la piel, por lo que producen más sebo y el exceso puede romper las paredes celulares de los poros y provocar el crecimiento de bacterias.

En cuanto a la dieta, no está claro qué papel juega la alimentación de los jóvenes en el empeoramiento del acné. Los científicos han descubierto que el consumo de una dieta rica en vitaminas A, E y Zinc, reduce el riesgo de padecer acné severo o crónico.

Tratamiento

El tratamiento depende de la gravedad y la persistencia del acné.

El acné leve de los adolescentes se puede tratar con medicamentos de venta libre, como geles, cremas, jabones y lociones, que se aplican directamente sobre la piel afectada.

Hay mascarillas caseras de comprobada efectividad y que podrían ser menos severas con la piel. Por ejemplo, un estudio de 2017 encontró que la combinación de miel y extracto de canela tenía efectos antibacterianos útiles contra el acné. Te dejamos la receta para que la prepares en casa:

  • Mezcla 2 cucharadas de miel y 1 cucharadita de canela para formar una pasta. Después de lavar la piel, aplica la mascarilla en tu rostro y déjala actuar durante 10 a 15 minutos. Enjuaga la mascarilla por completo y sécate la cara con un paño limpio dando palmaditas.

En los casos más graves, solo un especialista o dermatólogo puede indicar el tratamiento apropiado. Puede recetar un gel o una crema similar a los medicamentos de venta libre pero más fuerte, o un antibiótico oral o tópico.

Otro problema del acné severo juvenil es cuando un quiste se inflama gravemente, ya que puede romperse y provocar cicatrices. Un especialista puede tratarlo inyectando un corticosteroide diluido.

Los antimicrobianos tópicos también sirven de ayuda con el acné moderado a severo. Algunos ejemplos son la clindamicina y la sulfacetamida sódica. Otra opción son los retinoides tópicos, un derivado de la vitamina A, que desatascan los poros y evitan que se desarrollen puntos blancos y negros.

En todo caso, se recomienda no pellizcar el acné, ya que lo más seguro es que dejen cicatrices en la piel. Por esto, nada mejor que visitar a un especialista en caso de acné crónico si se quiere conservar un rostro terso.

Redacción: Lis Parra

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